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Informe de la UCA

El 51,7 por cientos de los niños y niñas de la Argentina son pobres

A la falta de una alimentación adecuada se suma el incumplimiento de sus derechos

El 51,7 por cientos de los niños y niñas de la Argentina son pobres

El Barómetro del Observatorio de la Deuda Social de la Infancia, dependiente de la Universidad Católica Argentina (UCA) publicó una investigación donde concluye que el 51,7 de los niños y niñas de la Argentina, entre los 0 y 17 años, son pobres.

El número alarmante, hace referencia a la pobreza monetaria que afecta particularmente a las infancias, que se plasma directamente en la privación de los alimentos. El informe consideró que “el déficit en el acceso a los alimentos se incrementó entre 2017 y 2018 en 4,1 puntos porcentuales”.

Teniendo en cuenta estos aspectos, se concluye que 1 de cada dos niños en la Argentina es pobre, alcanzando el índice más alto de la última década. Debe sumarse, que el 10,2 por ciento de las infancias en nuestro país, es indigente, pues su hogar no llega a cubrir ni siquiera el ingreso para la canasta básica de alimentos.

La investigación muestra que de ese 51,7 por ciento de menores pobres, el 29,3 tiene algún tipo de déficit en sus comidas, incrementándose en unos 8 puntos porcentuales respecto al año anterior (2017); y que un 13 por ciento pasó hambre en 2018.

También creció la dependencia de niños y adolescentes para recibir un plato de comida fuera de su hogar. El 34,9 de los menores de 17 años, come en algún comedor.

Sin embargo, no es el único dato que preocupa. La pobreza en la infancia se expresa de múltiples formas: carencias de recursos de los hogares y pobres estructuras de oportunidades para el desarrollo de capacidades.

Así, la pobreza multidimensional afecta a seis de cada diez niños/as y adolescentes que se encuentran privados en el ejercicio de al menos un derecho, y cuatro de ellos también son pobres en términos de los ingresos monetarios de sus hogares.

Desde el 2010 que la UCA realiza este relevamiento y los indicadores siempre son más altos que los del Indec porque no solo mide la pobreza por nivel de ingresos, sino que lo hace de manera multidimensional, teniendo en cuenta el cumplimiento o no de los derechos del niño: subsistencia (pobreza), alimentación, educación, salud, hábitat, crianza y socialización, y trabajo infantil.

Pese a que el nivel de necesidades básicas insatisfechas ha bajado, es preocupante que las infancias deban pasar hambre en un país que el propio Macri consideró que debe ser el “supermercado del mundo”.

Fuente: La Política Online



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