El gobierno paga 5 pesos por barbijo a las costureras de la Tupac Amaru

La textil de la Tupac Amaru, uno de los emprendimientos de la organización social hoy cooptada por el Gobierno de la provincia, produce 3500 barbijos por día, para poder cubrir la demanda que requiere la sociedad en esta pandemia que atravesamos para evitar la propagación del COVID 19.

Esta textil, que tiene ahora la tarea de producir barbijos hasta septiembre, a cada costurera le pagan 5 pesos por unidad, y hasta días atrás, el pago era de 4 pesos, es el costo que fijaron los interventores de la organización Walter Peralta y José Luis Estrada.

 Subió “un peso” el costo, por la colocación del alambre en el barbijo en la parte superior, comentaron las trabajadoras que piden que mínimo deberían pagarles 10 pesos.

La gran producción diaria de 3500 barbijos es para prever a los agentes de la salud y otras áreas ministeriales y dar cumplimiento a la decisión del Gobierno de multar a aquel ciudadano que no use el barbijo obligatorio en la vía pública a partir del viernes, de lo contrario será pasible de pagar una multa de mil pesos.

Morales recorrió días atrás la textil y reconoció la labor de la cooperativa que en otro momento cuestionó y hasta anuló. Hoy capitaliza un emprendimiento que daba trabajo a 140 personas, y hoy, solo tiene 37 trabajadoras.

Más allá de ver la producción de barbijos, el gobernador también tuvo que escuchar el reclamo de las costureras por la falta de pago de la confección de 5 mil guardapolvos que su propia gestión no pagó. Así también las costureras expresaron que esperaban que les paguen 10 pesos mínimo por cada unidad, y no consiguieron más que 5 pesos.

Son 37 trabajadoras, 18 en máquinas de coser y el resto se distribuyen en otras tareas como cortadoras, controladoras, empaquetadoras.

Trabajan en un turno, y les pagan según la producción de cada costurera, el promedio por día es de 250 barbijos por cada costurera.

A la Textil llegaron insumos como 25 rollos de telas que cada uno tiene 500 metros, de allí saldrán miles, miles de barbijos, quizás no solo para abastecer a la provincia, sino a otras. Es un buen negocio para el Estado, pero sí reconoce un mejor pago para las costureras.

La textil desde 2016, después que fuera desmantelada, apropiada por el gobierno, trabajaba con una menor producción hasta que los responsables de administrar la cooperativa mantuvieron a algunos trabajadores con el pago de capacitaciones y planes que habían obtenido cuando estaba la dirigente Milagro Sala. Además, en aquel momento les pagaban el sueldo como cooperativista. Pero eso no sucedió con la nueva administración apenas los trabajadores recibían entre 8 a 9 mil pesos.

Respecto a los 5 mil guardapolvos el gobernador se comprometió a que se efectivice la deuda, ya que el no conocía la situación. Las costureras comentaron que confeccionaron ropa para municipios pantalones, camisas que tampoco les pagaron.

En el contexto de esta crisis, en vez de multar a los jujeños y enviarlos a confeccionar los poco seguros barbijos caseros, el gobierno podría haber brindado medidas de seguridad a la población, empleando las instalaciones que se apropió de la Tupac Amaru.

Sin exigir trabajo a destajo y con fondos de Jujuy Asiste y Reactiva, por ejemplo, el gobierno podría tomar a más costureras, brindar trabajo y al mismo tiempo producir barbijos gratis para todos los jujeños.