JUJUY

Cruce de declaraciones

Pullen Llermanos y Alejandra Martínez se tiraron la pelota por el femicidio de Marina Patagua

El magistrado apuntó a el Consejo de la Mujer era el órgano competente para brindar contención a la víctima, en tanto su titular señaló que nunca recibió oficio del juzgado y que desconocía totalmente del caso

Fotomontaje Jujuy Dice
Fotomontaje Jujuy Dice

 

El estado es responsable, no es un slogan es una realidad y se agrava su ausencia en los casos de femicidio, donde la falta del accionar de las instituciones concluye en un nuevo recuento de mujeres asesinadas producto de la violencia de género y lo ocurrido con Marina Patagua es uno de los casos más siniestros que escribe Jujuy, donde ahora un juez del juzgado especializado en Violencia de Género y la titular del Consejo de la Mujer se desentienden de sus responsabilidades y se tiran culpas.

Tras la conferencia de prensa que brindó días atrás el juez Pablo Pullen Llermanos para explicar las consideraciones que tomó para la ordenar la liberación de Juan Carlos Gutiérrez, el femicida de Marina, el magistrado señaló que desde ese juzgado se hizo todo lo posible para contener a la víctima exponiendo la inacción del Consejo Provincial de la Mujer al recalcar que “falló la contención interdisciplinaria que debe recibir la víctima”.

Frente a ello, Alejandra Martínez, titular del organismo salió a responder los dichos del juez: “las afirmaciones realizadas por Pullen no son ciertas, no se ha remitido al Consejo ningún tipo de oficio en ese sentido”, señalando la falta de articulación entre un Juzgado especializado en violencia de género y la dependencia que tiene entre sus facultades “coordinar acciones y trabajos de autoridades administrativas, legislativas y/o judiciales en resguardo de derechos vulnerados”, según establece el inciso g, del art.5 del decreto 15/2019 que crea el Consejo.

Además, la funcionaria radical indicó que tras las declaraciones del juez, mantuvo una conversación con el magistrado en la cual le expresó su “disconformidad por tal accionar” y agregó “le consulté si había tenido a la vista tal oficio y me dijo que en realidad él no tenía el expediente pero que consideraba que el MPA habría remitido, entendía que en general esto era algo que sucedía”, algo que evidentemente no ocurrió y que terminó con un nuevo femicidio en Jujuy.

Sin embargo, la inoperancia de Martínez frente a dicho organismo quedó reflejada cuando sostuvo que desde el Consejo “no teníamos conocimiento y lo lamentamos profundamente” respecto a las denuncias de violencia que había realizado Marina Patagua.

Así, la revictimización de mujeres asesinadas se produce en cada pronunciamiento de los funcionarios y funcionarias del Estado. 

Marina fue asesinada por su expareja, Juan Carlos Gutiérrez. La víctima ya había dado señales de la violencia que padecía, realizó denuncias y el violento fue detenido.

Pese a estos antecedentes, su defensa solicitó el cese de detención rechazado por el MPA. Sin embargo, esa medida judicial fue invisible para los ojos del juez especializado en violencia de género Pullen Llermanos.

La exposición de los argumentos de Pullen a la prensa no fue más que una muestra de inoperancia y la falta de aplicación de la perspectiva de género en un juez que ocupa un lugar en el juzgado especializado en esa temática.

Sin embargo, sus dichos lograron que la titular del Consejo de la mujer Alejandra Martínez reapareciera en la escena pública, aunque sólo para dar excusas de inacción.

Cabe mencionar que Martínez ya cuenta en su haber varios desaciertos por su falta de compromiso y empatía con los casos de femicidios que suceden en Jujuy.

Por ello, cuando las mujeres expresan el Estado es responsable, lo único que hacen es resaltar la ausencia y torpeza de algunos funcionarios/as judiciales y del Ejecutivo que no están altura de la situación -crítica- porque no garantizan ni la aplicación de las normas, ni generan conciencia, que es vital la perspectiva de género.

Escuchar al juez Pullen revictimizar a Marina afirmando que “ella había vuelto con Gutiérrez por propia voluntad, a pesar de que estaba vigente una orden de restricción” no sólo es repudiable por el pensamiento misógino, machista, sino que además devela la falta de aplicación de la Ley Micaela en todos los poderes y que el Consejo de la Mujer debería propiciar su efectivo cumplimiento.

Ese mismo argumento que expuso Pullen Llermanos también fue utilizado por el ministro de Seguridad y ahora vocal del STJ Ekel Meyer, cuando se refirió al caso de Roxana Mazala, dejando visible su falta de empatía ante el femicidio de la mujer.

Volviendo a Pullen, resulta inadmisible escuchar justificativos a la desidia de un hombre que debe administrar justicia. Los jujeños y jujeñas ya se cansaron de escuchar justificaciones que demuestran una inoperancia constante.

La violencia institucional es atroz en Jujuy, la falta de estado de derecho, la desprotección constante.

El estado es responsable.

 



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