El proyecto de Los Perilagos que tiene la proyección de ser la Villa Veraniega de Carlos Paz, así fue presentado por el gobernador del a provincia, está volviendo a instalarse después que las organizaciones campesinas que viven en esa zona lograron frenar las obras a través de un amparo ambiental y colectivo en el Tribunal Contencioso Administrativo para frenar la venta de tierras en los Diques.
El principal fundamento de esa presentación judicial fue que “El gobierno provincial, a través del Legislativo y el Ejecutivo, dictó una ley que afecta a una reserva, violando el principio de progresividad ambiental”, es decir dando la razón a las organizaciones que se oponen al proyecto.
Hoy el estado provincial está volviendo a realizar todo el proceso en el marco legal que requeriría una obra que apunta al desarrollo inmobiliario.
Vale recordar que ley N°6049 transformó lo que era un área “protegida” en un área “sustentable”, para avanzar en el loteo y urbanización de una zona de los Diques Las Maderas y La Ciénaga, en el departamento El Carmen, donde viven campesinos que practican la agricultura y la ganadería familiar. Se trata de un enorme negocio inmobiliario que en el Presupuesto 2018 aprobado por la Legislatura aparece como un ingreso de 960 millones de pesos, solo en su primera etapa.
Ante esa situación la Organización Campesina de los Perilago, miembros del Movimiento Nacional Campesino Indígena pertenecientes a la mesa ampliada de Organizaciones Sociales y gremiales y miembros de la CTEP, repudian el anuncio de la Agencia de desarrollo sostenible de los diques a cargo de Víctor Hugo González a cerca del avance con las ventas de los dique y la ejecución del "plan maestro".
Es así que las organizaciones se declaran en estado de alerta y lucha en defensa del territorio campesino-gaucho en la zona de los diques, protegiendo el medioambiente, para la preservación de su flora y fauna autóctona y la defensa de la semilla nativa. Sabemos que este tipo de accionar es parte de un negociado del gobierno provincial el cual pretende vender y destruir los últimos espacios de reserva natural que queda en la provincia como lo están haciendo en la puna y quebrada con las mega minería, en el parque Nacional Calilegua con los pozos petrolíferos, en Palpalá con los negociados inmobiliarios, en Palma Sola con los desmontes para el agro negocio y muchos otros.
“Hoy más que nunca le decimos basta al atropello y avasallamiento de los derechos de las personas que habitan ese lugar hace varias generaciones, quienes trabajan y protegen la tierra. Basta de desmontes y destrucción del medio ambiente y su biodiversidad. No vamos a permitir que se siga avanzando con estos tipos de saqueos a nuestra Madre Tierra”, expresa un comunicado donde las organizaciones campesinas decidieron enfrentar