Grave denuncia de 2 periodistas tucumanas: fueron acosadas mientras cubrían las elecciones legislativas

En las últimas horas se dio a conocer un lamentable episodio que debieron padecer 2 periodistas de Tucumán durante la cobertura que realizaron en las elecciones legislativas en las cuales fueron acosadas por personas desconocidas, situación que derivó en el repudio de colegas ante la inacción de las autoridades gubernamentales.

Los hechos ocurrieron tanto en las PASO como en las generales del pasado domingo, cuando Mariana Romero y Carolina Ponce se hicieron presentes en la Casa de Gobierno de Tucumán para cubrir conferencias de prensa organizadas en el marco de los comicios.

En esa oportunidad, ambas periodistas “fueron violentadas físicamente” señalaron desde la agrupación PUAJ (Periodistas Unidxs Autoconvocadxs de Jujuy), que salieron a repudiar la gravedad de los acontecimientos.

“Repudiamos los abusos y agresiones que sufrieron colegas mujeres en la provincia de Tucumán mientras hacían su trabajo” detalla el comunicado y expusieron “delante de autoridades provinciales, partidarias y colegas, las periodistas de Radio Universidad y América Tucumán fueron violentadas obscenamente por desconocidos que asistían a los actos oficiales en el marco de los comicios”.

Asimismo, aclararon “en la denuncia policial y judicial que presentó Ponce de León describió además la inacción del personal de seguridad de la gobernación de Tucumán, que no intervino en el momento y en cambio le pidió a nuestra colega que guardara silencio”.

Frente a ello, desde PUAJ se solidarizaron con las colegas tucumanas y reclamaron “que la justicia de Tucumán investigue los hechos, individualice a los agresores y dé curso a la denuncia, convocamos a reflexionar sobre estas conductas que día a día deben padecer las trabajadoras de prensa en el ejercicio de su labor”.

“La repetición de estas agresiones no debe derivar en indiferencia y naturalización” subraya el documento y apuntaron “los dirigentes políticos, mucho más quienes tienen responsabilidades institucionales, deben garantizar espacios de trabajo libres de violencia, acoso y abuso”.

Y agregaron “no debemos tolerar que cronistas, movileras y fotoperiodistas deban hacer su trabajo en actos públicos defendiéndose de manoseos y abusos físicos ante la actitud indiferente de quienes son testigos de las agresiones y la inacción del personal a cargo de la seguridad”.

Por último, concluyeron “el silencio y la indiferencia es complicidad”.