El 20 de Julio es la ocasión en que las y los amigos se juntan para celebrar su día, y como es tradición hacer un asadito. Aunque la crisis económica hace cada vez más difícil para los participantes afrontar los costos del banquete criollo.
Si comparamos los precios de la carne en la actualidad con los de 2015 vemos que se ha producido un incremento muy importante en el precio que puede variar en más o en menos dependiendo del corte y los distintos precios ofrecidos en carnicerías.
De hecho para los organizadores ya se ha vuelto costumbre recorrer carnicerías y supermercados en busca de ofertas que hagan más accesible concretar el asadito. Un kilo de costilla, dependiendo de la calidad puede encontrarse entre los 220 y 300 $ o más. Una costilla de calidad aceptable es común conseguirla a un precio de 270$. El vacío es un corte aún más caro y el buscador puede considerarse satisfecho si encuentra un kilogramo a 310$, de una calidad decente. Si consideramos que un invitado compra medio kilo de costilla y medio de vacio, gastará 290 $
En 2015, los precios sufrieron una variación anual y en especial una muy brusca –el 25%- en diciembre de ese año, ante la expectativa de la devaluación que produciría el recién electo Presidente Mauricio Macri, hecho que finalmente se concretó. Es así que ese año el asado comenzó con un precio de 50$ el kilo y terminó costando alrededor de 100$ con los incrementos de fin de año.
El 20 de Julio es la ocasión en que las y los amigos se juntan para celebrar su día, y como es tradición hacer un asadito. Aunque la crisis económica hace cada vez más difícil para los participantes afrontar los costos del banquete criollo.
Si comparamos los precios de la carne en la actualidad con los de 2015 vemos que se ha producido un incremento muy importante en el precio que puede variar en más o en menos dependiendo del corte y los distintos precios ofrecidos en carnicerías.
De hecho para los organizadores ya se ha vuelto costumbre recorrer carnicerías y supermercados en busca de ofertas que hagan más accesible concretar el asadito. Un kilo de costilla, dependiendo de la calidad puede encontrarse entre los 220 y 300 $ o más. Una costilla de calidad aceptable es común conseguirla a un precio de 270$. El vacío es un corte aún más caro y el buscador puede considerarse satisfecho si encuentra un kilogramo a 310$, de una calidad decente. Si consideramos que un invitado compra medio kilo de costilla y medio de vacio, gastará 290 $
En 2015, los precios sufrieron una variación anual y en especial una muy brusca –el 25%- en diciembre de ese año, ante la expectativa de la devaluación que produciría el recién electo Presidente Mauricio Macri, hecho que finalmente se concretó. Es así que ese año el asado comenzó con un precio de 50$ el kilo y terminó costando alrededor de 100$ con los incrementos de fin de año.
"Escuché a los economistas que si el dólar se iba a 14 pesos, (precio al que llegó a comienzos de 2016) los productos básicos como la carne, el pan, la leche, iban a subir el 50 por ciento. Y ya prácticamente está. Pero como aquí es muy difícil manejar estas cosas, esperemos que no sigan subiendo", declaraba el vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Ciudad de Buenos Aires, Alberto Williams.
Es difícil entonces establecer el precio de la carne para ese año, tomaremos un promedio de 75 $ el kilogramo de asado y 80 $ el de vacío, con lo que el amigo invitado que compraba medio kilo de cada corte, gastaba 77$
En conclusión si aproximadamente para comprar un kilo de asado entre ambos cortes hoy un comensal gasta 290 pesos y en 2015 gastaba 77$, la variación es del 357%. Es decir que hoy comer un asadito con los amigos es 3 veces y media más caro que en 2015. Salen unas pizzas?
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