El golpe de Estado perpetrado en Bolivia en contra de Evo Morales, quien dimitió para mantener la paz social, se tradujo en que varios países y figuras de la política internacional se manifestaran sobre la situación que atraviesa las instituciones del país vecino, unos, apoyando “la transición” y otros, subrayando la falta de “legitimidad” de los procesos políticos.
En las últimas horas, Rusia y China, quienes piensan en un mundo multipolar, expresaron que lo ocurrido en Bolivia es un golpe de Estado. En conferencia de prensa, la canciller rusa, María Zajárova, realizó un llamado a las fuerzas políticas de Bolivia para buscar una salida constitucional para recuperar la paz, garantice los derechos de todos los ciudadanos y el desarrollo económico y social del estado plurinacional.
Asimismo, instó los Estados latinoamericanos, influyentes actores fuera de esta región y organismos internacionales a que asuman una actitud responsable ante lo que sucede en Bolivia.
Las declaraciones de Zajárova se sumaron al comunicado del Ministerio de Exteriores ruso, donde se advirtió que la actual crisis en Bolivia presenta pautas de un golpe de Estado orquestado.
"Acogemos con alarma la dramática evolución de acontecimientos en Bolivia, donde una oleada de violencia desatada por la oposición impidió agotar el mandato presidencial de Evo Morales", subrayó el documento.
En tanto, que el portavoz de la Cancillería china, Geng Shuang indicó que su gobierno espera que todas las partes puedan hallar una solución en el marco de la Constitución para restablecer la estabilidad política y social en Bolivia.
La clara posición tomada por ambos países son un claro ejemplo de la conflictividad que mantienen con Estados Unidos, al cual varios analistas internacionales señalaron como “estar detrás del golpe a Bolivia”.
En un comunicado, un poco más “reservado”, la Unión Europea instó a las fuerzas políticas de Bolivia a actuar con moderación para avanzar hacia unas nuevas elecciones.
"Siguiendo los acontecimientos en Bolivia, me gustaría expresar claramente nuestro deseo de que todas las partes ejerzan moderación y responsabilidad y conduzcan el país de una manera pacífica y tranquila hacia unas nuevas elecciones que sean creíbles", declaró la alta representante de la UE para la Política Exterior, Mogherini en Bruselas.
En sentido contrario, la cancillería argentina, omitió hablar de un golpe de Estado, y sólo destacó “ante la renuncia a su cargo como Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, anunciada hoy en la tarde, por Evo Morales Ayma, el Gobierno argentino hace un llamado a todos los actores políticos y sociales bolivianos para preservar la paz social y el diálogo, enfatizando importancia de encaminar este periodo de transición que se ha abierto por las vías institucionales que establece la Constitución de ese país”.
Asimismo, el documento detalla que hay un “periodo de transición”, pero no de un golpe contra el gobierno de Evo Morales.
En tanto, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, condenó el golpe contra la democracia del país andino y expresó la solidaridad de la isla hacia el exjefe de Estado boliviano. “El mundo se debe movilizar por la vida y la libertad de Evo”.
El mandatario cubano, además, publicó en su cuenta de Twitter, junto a lo expresado anteriormente, el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde también se indica que existe un golpe de estado en Bolivia.
En la misma red, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro manifestó “condenamos categóricamente el golpe de Estado consumado contra el hermano presidente @evoespueblo. Los movimientos sociales y políticos del mundo nos declaramos en movilización para exigir la preservación de la vida de los pueblos originarios bolivianos víctimas del racismo”.
Andrés Manuel López Obrador, el mandatario mexicano reconoció “la actitud responsable" del presidente Morales "quien prefirió renunciar a exponer a su pueblo a la violencia”, aunque el país todavía no había expresado su posición formalmente, aunque el Gobierno de México anunció su intención de ofrecer asilo al líder indígena, mientras que promete mantenerse firme en su política de no intervención en los asuntos de la nación suramericana.
Alberto Fernández, quien días atrás estuvo con el mandatario mexicano, también expresó su apoyo a Evo “espero que las actuales autoridades actúen bajo ese mismo principio preservando la integridad física de quienes puedan resultar perseguidos por el golpismo y colaboren hasta el 10 de diciembre con la recuperación de la democracia en Bolivia”.
Por su parte, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) y expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva repudió el golpe e instó a la ciudadanía a defender la democracia. “Es lamentable que América Latina tenga una élite económica que no sepa cómo vivir con la democracia y la inclusión social de los más pobres”, añadió.
Se sumaron a la proclamación en apoyo a Evo Morales el dirigente español, Pablo Iglesias de Podemos, que publicó “Golpe de Estado en Bolivia. Vergonzoso que haya medios que digan que el ejército hace dimitir al presidente. En los últimos 14 años Bolivia ha mejorado todos sus indicadores sociales y económicos. Todo nuestro apoyo al pueblo boliviano y a Evo Morales”
En la misma línea, el líder laborista Jeremy Corbyn también condenó el golpe de Estado contra Evo Morales. “Condeno este golpe de estado contra el pueblo boliviano y apoyo con ellos la democracia, la justicia social y la independencia”.
Los repudios a ataque institucional, que terminó en la renuncia de Evo Morales y su gabinete, se replicaron en distintas figuras de la política, tanto en el ámbito nacional (bloque de la UCR, que se distanció del comunicado de la cancillería) como en plano continental e intercontinental, dando cuenta que lo que ocurrió en Bolivia fue un golpe de estado.
Fuente: Telesur
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