Era el martes 25 de junio cuando una pequeña columna de integrantes de comunidades indígenas partía desde La Quiaca para emprender una nueva caminata a Buenos Aires para exigir que se respeten sus derechos, columna que en cada localidad fue congregando más comuneros y comuneras y que hoy finalmente llegarán al Obelisco, punto de partida para iniciar el reclamo frente a la Corte Suprema y el Congreso Nacional.
Con más de mil caminantes, la columna llegó ayer hasta la localidad bonaerense de Merlo, lugar de descanso antes de pisar la ciudad porteña.
Así, este 1º de agosto, mes que inicia el mes de la Pachamama, el Malón de la Paz será recibido a las 8 con una ceremonia pluricultural en la Plaza Miserere, del barrio porteño de Once. Allí, también concentrarán integrantes de otros pueblos indígenas, junto a organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, para partir con el Malón a las 10 rumbo al Obelisco, punto de referencia para luego dirigirse a la sede de Tribunales y el Congreso Nacional.
Desde allí partirán a Plaza Lavalle, espacio ubicado frente a Tribunales, donde se encuentra la Corte Suprema de Justicia de la Nación, órgano al cual le exigen que se expida sobre el recurso de inconstitucionalidad de la reforma parcial de la Carta Magna jujeña presentado hace semanas.
El otro punto de concentración será el Congreso de la Nación. Las comunidades indígenas esperan que el Poder Legislativo nacional sancione la Ley de Propiedad Comunitaria Indígena, como así también que tome medidas para la intervención federal de la provincia de Jujuy, frente a la violencia institucional instaurada por el gobierno de Morales y por la persecución y detención de quienes se manifiestan en contra de la reforma (in)constitucional.
La llegada del Malón de la Paz a la ciudad porteña es una ratificación de lo que vienen sosteniendo desde que la Convención Constituyente aprobó el proyecto a medida del gobernador “arriba las whipalas, abajo la reforma”.
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