Sin convocatoria a negociaciones paritarias y con salarios que perdieron no sólo por la inflación y la devaluación, sino también por la quita de fondos especiales, este jueves se concreta en todo el país un paro por 24 horas y que en Jujuy afecta a los niveles inicial y primario.
La medida de fuerza fue convocada por CTERA, adhiriéndose en la provincia ADEP, por lo que educadores no asistirán a sus lugares de trabajo. Los reclamos principales es la restitución del FONID -Fondo Nacional de Incentivo Docente- y el urgente llamado a paritarias nacionales, que son las que marcan el piso salarial docente.
Sobre este último punto, precisamente ayer el gobierno de Carlos Sadir suspendió sorpresivamente el encuentro que había pautado con los gremios docentes para discutir nuevos incrementos. Al igual que en ocasiones anteriores, el Ejecutivo no brindó ninguna explicación del por qué de estos cambios de último momento sobre las reuniones paritarias. De esta manera, tanto ADEP como CEDEMS deberán esperar hasta el viernes para conocer la nueva oferta salarial.
Pero la lista de reclamos al gobierno nacional es más extensa. Desde Confederación de Trabajadores de la Educación sumaron el pedido de la restitución del piso salarial a nivel nacional, el envío de fondos para programas educativos nacionales, urgente aumento para docentes en actividad y jubilados; además del envío de fondos nacionales para las Cajas Previsionales Provinciales.
En paralelo, el sindicato lanzó una campaña para juntar firmas con el fin de exigir al gobierno nacional que garantice la educación pública de todo el país.
Por otra parte, en Jujuy se concretará una jornada de protesta en defensa de la educación pública y el sistema científico-tecnológico nacional, la cual fue convocada por CEDEMS, APUNJu, ADIUNJu, SADOP y UDA. La misma consistirá en una actividad de visibilización con radio abierta a partir de las 10.30 sobre la peatonal Belgrano y Lavalle.
El paro y las actividades se concretan en el 17º aniversario del asesinato del docente neuquino Carlos Fuentealba: después de varios días sin obtener respuesta por parte del gobierno Jorge Sobisch, docentes deciden en asamblea cortar la ruta Nº22. En respuesta al corte, el gobernador da la orden a la policía de la Provincia de impedir que se corte el camino, para ello, se aplicó una brutal represión contra manifestantes. Efectivos empiezan a arrojar gases lacrimógenos y balas de goma, acompañados también por un carro hidrante. Mientras que un grupo de docentes logran refugiarse en una estación de servicio cercana, otro tanto es perseguido por policías, aún cuando ya habían despejado la ruta.
El conflicto pareció resolverse cuando dirigentes gremiales y policías tras una conversación que se mantuvo en la estación de servicio donde se habían refugiado educadores, mientras que la policía detuvo su accionar, docentes comenzaron a retirarse del lugar a pie y en autos, siendo escoltados por móviles. Todo cambió cuando las camionetas policiales se adelantaron a la caravana de autos en la cual se trasladaban las y los docentes y reanudan el uso de la fuerza.
La tragedia no tardó en llegar: el Cabo José Darío Poblete dispara, a unos dos metros de distancia, una granada de gas lacrimógeno hacía el Fiat 147 donde, en el asiento trasero, viajaba Carlos Fuentealba. El proyectil atraviesa el vidrio del auto e impacta en la nuca de Fuentealba, causándole un hundimiento de cráneo.
De forma urgente, manifestantes que acompañaban a Fuentealba llamaron a una ambulancia, en la cual fue trasladado al hospital más cercano. Ya en la unidad médica, el docente debió ser sometido a dos operaciones y finalmente murió al día siguiente. Carlos Fuentealba tenía 40 años y dos hijas menores de edad.
Poco más de un año más tarde y con el compromiso de sindicatos docentes de mantener el reclamo de justicia, en julio de 2008, la Cámara Criminal Primera de Neuquén condenó a prisión perpetua con la inhabilitación absoluta y perpetua al policía Darío Poblete. Esta sentencia se conoció como Causa Fuentealba I. En tanto, en marzo de 2023, en la llamada Causa Fuentealba II, se terminó por condenar a toda la cúpula policial por el asesinato del docente.