Crónicas de la cuarentena: "Minkarse con la devastada pachamama en tiempos de cuarentena"

Minkarse con la devastada pachamama en tiempos de cuarentena

Junto con el viento quebradeño, tímidamente unas melodías sikureras irrumpen en tiempo de cuarentena, como queriendo dar o afirmar un mensaje de resistencia milenaria. Nuestros pueblos desde 1492 han resistido a pandemias, plagas, invasiones y saqueos.

Las medidas de los gobiernos con el eslogan de “Quedate en tu casa”, muy poco modifican nuestra vida cotidiana. La costumbre del trabajo con la tierra es un estar de silencio y contemplación. Espacio de encuentro con uno mismo, con los otros, con la tierra y con lo trascendente.

Solo que en este tiempo de cuarentena lo hacemos más conciente y nos urge siempre darnos cuenta de nuestra relacionalidad con nuestro entorno. De pronto en los medios o redes sociales se instala una consigna:  que después de esta crisis sanitaria de amenaza de un virus ,la humanidad va a cambiar , ya no va ser la misma.

Y allí la duda, primero porque no se cambia por que sí no más y allí  comparto una frase del libro de Albert Camus, de su novela la Peste: “Las bellas acciones solo tienen valor porque son escasas , la maldad y la indiferencia  son motores muchos más frecuentes en los actos de los hombres”.

En lo que va de la cuarentena el motor de la indiferencia y la maldad es lo que vamos experimentando. Ejemplos no nos faltan, desde el uso demagógico de la pandemia por los gobiernos, hasta las acciones más personales de ver al otro como enemigo o la hipocresía de aplaudir a los trabajadores de la salud y después no permitirles de forma discriminatoria el regreso a sus departamentos que comparten en los mismos edificios , o la práctica represiva de siempre de las fuerzas de seguridad como el de confiscar hojas de coca de uso personal de nuestros hermanos de Cieneguilla en Santa Catalina.

Otro ejemplo es el vía libre a que  sigan saqueando nuestros territorios,  avalado por un decreto del estado donde se consideran  "servicios esenciales" en esta situación de emergencia a la actividad forestal y minera. Actividades por cierto cuestionadas y que hacen a esta crisis de la humanidad saqueada.

Antes de la pandemia, día a día era noticia en medios alternativos, la  mortandad infantil  de los hermanos wichi en Salta  producto de la deforestación , sumado con otras necesidades estructurales ; en  cuanto al tema  minería ya venía siendo muy preocupante el avance impune de proyectos sobre nuestros territorios.

Y como si fuera poco el maltrato de los “Templos del neoliberalismo", los bancos, hacia nuestros abuelos y despidos  laborales y reducciones de salarios por parte de grandes empresas y el estado.

Por eso, nos queda  multiplicar las bellas acciones de un modo exponencial siendo solidarios y como nos enseñaron nuestros abuelos y  abuelas, minkarse (ayudarse) entre nosotros y nuestra devastada Pachamama. Mientras esperanzado escucho la armonía melodiosa del viento y los sikuris resistiendo y con su aire fuerte equilibrando el tiempo y el espacio desde este rinconcito del Qollasuyu..

(Minkarse: de la voz quechua minka, trabajo que se realiza en reciprocidad, acción de ayudarse, colaborarse, acto de solidaridad.)

Wayra Quique González Aktivista de la Kawsa Qolla.