Yugar (Sugar White) una obra intensa, documental, ficcional, escrita por Juan Castro. Una puesta teatral jujeña que introduce a los espectadores desde la oscuridad de la sala, ambientando asi lo que fueron los apagones de Ledesma, en julio de 1976 durante el Terrorismo de Estado.
El elenco está integrado por Marcela Cura, Fernanda Domínguez, Nayra Muñoz Arancibia, y Gabriel Farfán, formaron un equipo de artistas que se fue consolidando y que cada puesta les da la libertad para incorporar situaciones actuales.
Yugar participó de la Fiesta Provincial de Teatro y fue seleccionada en segundo lugar entre cuatro obras. Participaron once en total. Ahora se preparan para recorrer escenarios y contar la historia del ingenio más importante y genocida de la provincia.
La obra relata lo que fue el “Nunca más” y que aún hoy sigue presente en Latinoamérica con el Golpe de Estado en Bolivia y la represión en Chile principalmente. Yugar es un ejercicio de memoria, donde la historia que nos interpela, que se hace presente.
Como espectadores Yugar plantea un gran trabajo sobre la identidad unos invita a repensarnos como ciudadanos y a defender los derechos humanos. A mirar nuestra historia sin mitos, luchar contra la impunidad y hacer memoria para no repetir un pasado que a veces la realidad hace presente.
En Yugar, hay una historia sintética de la vida del ingenio, esa empresa con un enorme patrón de violencia, que oprime a los trabajadores, mujeres, niños y que divide al pueblo. Vienen a la memoria las historias de Luis Arédez y Olga Márquez de Aredez, él desaparecido y ella en la lucha por la memoria, verdad, justicia. Pobladores también víctimas de la "bagazosis" y la marca que deja la contaminación de una empresa cómplice del Terrorismo de Estado.
La historia paralela de la empresa que tras el objetivo del progreso para el pueblo, concentra poder económico y se convierte en aliado de los gobiernos de turno. Los Arrieta, los Blaquier se convierieron en dueños de la vida de la gente imponiendo valores morales y estéticos, oprimiendo a los trabajadores, los cañaverales, el producto final el "azúcar".
Fernanda Uzqueda, una de las actrices, cuenta la felicidad del grupo de haber sido seleccionados en el Festival de Teatro, que se celebró semana atrás."Las cuatro obras que participaron tienen un discurso comprometido con la realidad, desde diferentes ópticas, problemáticas, por eso estamos felices por nosotros y por los demás elencos."
"Podemos decir que desde Jujuy hacemos teatro con contenido político. El texto base de la obra fue escrito por Juan Castro en el 2013, pero hubo un proceso de investigación, libros, videos, que han permitido que el elenco se involucre más aún de esa historia de los derechos humanos que de alguna forma se va repitiendo."
“Ha sido muy fuerte, con lo que está pasando en Bolivia, que de alguna manera se están repitiendo hechos que no son historias aisladas que pasan en un solo lugar. Sino es esto, que pasa en varios y muchas veces la memoria colectiva es como que se pierde. Este trabajo ha sido muy importante de investigación para poder aportar al texto base que ya estaba planteado”, comenta Nayra Muñoz
En este contexto actual Fernanda recuerda " lo que nos azoto días atrás fue el incendio en el Ingenio La Esperanza… nos pasa en cada función, y más en estas últimas de octubre hasta ahora, decimos vamos por Chile, por Bolivia y nos conmueve cada parte de la obra y como se resignifica. Nos pasa como actores y también al público. Fue muy duro cuando lo destituyeron a Evo Morales, un amigo dijo “no era que Nunca Más?"
"Entonces nos encontramos con algo que creíamos que era historia, que ya pasó. No deja de sorprendernos lo que fue y hoy en la realidad se repite. La represión, los derechos avasallados, y hoy llevamos en la piel todo lo que sucede”.
Del último Golpe Cívico, militar en 1976, recuperada la Democracia, el avance en la conquista de derechos, el 2019 nos encuentra con países sin Estado de derecho, con esa figura del “desaparecido”, “torturas”, “muertes”. “No es en vano, quieren meter miedo, revolver la historia y ver que se resignifica en lo cotidiano es duro. A la vez es necesario, una memoria colectiva. Nos ha pasado de un grupo de adolescentes que no sabían, empezaron a preguntar porque no conocían esa parte de la historia. Y es importante decir que esto sucedió y no es ficción”, recuerda Fernanda.
En Yugar, se cuenta el mito del “familiar”, en este sentido Nayra responde que “siempre la realidad supera a la ficción, entonces si como elenco pretendemos mostrar a realidad nunca lo vamos a lograr porque es muy fuerte. Ha desaparecido gente …Por eso la obra fue un proceso de exploración desde el cuerpo desde lo que sentíamos, de lo que pensábamos, la improvisación de manera que fuimos llegando a todos esos espacios que son necesarios y eso lo notábamos en nosotros. La conexión en el elenco fue muy fuerte, nos dábamos cuenta que cerraba la poética, y la apertura del director. Proponíamos y a medida que hacíamos las funciones, íbamos modificando el final".
La estética de la obra es interesante, con pocos recursos muy bien pensados, de mantener la atención del público en cada escena desde la oscuridad, las linternas, las proyecciones. “El juego de las luces, que a veces incomoda es la estética que decidimos".
Nayra , es de Bolivia y hace 3 años vive en Jujuy, ella no conocía ni había escuchado la historia de los apagones, de la dictadura. “Siento que en Argentina, el terror y la magnitud de la violencia que hay, los números de desaparecidos, el secuestro de niños a mí me atravesó y no podía creer. Entonces cada vez que digo mi relato lo estoy viendo, no solo lo cuento. Me emociona, porque la violencia es muy fuerte, esa escena como la de Luis y Olga las veo todo el tiempo".
Yugar participará de la Fiesta Regional de Teatro en Tucumán, y las cuatro obras elegidas realizarán un gira por el NOA
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