El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó ayer los datos en lo que refiere a la evolución de la distribución de ingresos, en donde se concluyó en sólo dos años, la brecha entre ricos y pobres, aumentó un 11 por ciento.
Los datos corresponden a la comparación del cuarto trimestre de 2016-2018, y analiza la distribución de los ingresos dividiendo a la población en diez deciles, siendo el decil 1 y 2, el 20 por ciento de la población más pobre, y el decil 10, el sector más rico. Mientras que en 2016 el decil más pobre en comparación con el decil más rico, existía una distancia en ingresos de 18 veces, en 2018, ascendió a 20 veces, es decir, subió un 11 por ciento en sólo dos años.
El 10 por ciento más rico de la población percibe el 32,3 por ciento de los ingresos, mientras que el 60 por ciento de la población percibe el 29 por ciento de los ingresos. El 10 por ciento de la población más pobre, sólo recibe el 1,6 de los ingresos.
Son los mismos datos oficiales los que corroboran que el gobierno de Mauricio Macri ha favorecido la concentración de la riqueza en un pequeño sector de la población argentina. Teniendo en cuenta el coeficiente de Gini, que es la medida que mide la desigualdad en la distribución de los ingresos y que tiene una variación del cero al uno (mientras que el 0 implica una distribución igualitaria en toda la población, el 1 establece que un 10 por ciento de la población concentra toda la riqueza), la evolución de este coeficiente pasó de 0,4 en 2015 a 0,434 a 2018.
Según estos datos, el 80 por ciento de la población, tiene ingresos individuales menores a 25 mil pesos. El último informe del INDEC sobre el costo de la canasta básica total (CBT), arrojó que su valor ascendió a 27.570 pesos, quienes no llegan a cubrir esa canasta, son pobres.
Fuente: INDEC.
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