El 2018 dejó un resultado negativo en lo que refiere a la actividad económica en toda la Argentina. El desplome del consumo lo muestran los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC), a través del EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica) que nos informa de una caída en el mes de diciembre del 2018 de un 7% y de un 2,6% para todo el 2018.
Este derrumbe en el consumo es producto de al menos estas tres variables:
La altísima inflación durante el año pasado. Según el INDEC fue de 47,6 por ciento a nivel nacional, mientras que en Jujuy fue del 49,4. A esto se le agrega que los salarios tuvieron una suba muy por debajo de la línea inflacionaria con unos indicadores promedios en nuestra provincia del 25% de incremento.
El precio del dólar también fue otro de los factores que influyó en la caída del consumo. Recordemos que el dólar en febrero del 2018 estaba a $20,42 mientras que en el mes de diciembre rondó por $39 pesos mostrando un incremento de casi un 100% respecto del peso argentino.
Por último el aumento de las naftas, que anualizado tuvo un incremento del 80% a enero del 2019, también incidió directamente en el precio de los alimentos, bienes y servicios.
Otros datos negativos son las ventas en supermercados, mayoristas y shoppings donde se muestra que se hundieron en diciembre pasado por sexto mes consecutivo. Según los datos publicados por el INDEC, las caídas reales fueron del -8,7%, -12,4% y -13,3% interanual, respectivamente. Aún más se desplomaron las ventas en comercios de electrodomésticos y artículos para el hogar en el cuarto trimestre de 2018: -37%. Los indicadores privados de consumo muestran que el deterioro continuó en enero. Y sin recuperación del poder adquisitivo, los analistas proyectan que 2019 terminará otra vez en baja.
Los rubros que mostraron mayores retrocesos en los supermercados fueron los de bienes durables ya que la fuerte pérdida de poder adquisitivo, que rondó el -12% en 2018, llevó a los hogares a concentrar el gasto en los productos indispensables. Así, las ventas de artículos para el hogar y electrónicos se desplomaron más de -32% interanual. Las de indumentaria bajaron -8,2% y las de alimentos y bebidas -2%. Entre los alimentos, lo más preocupante fueron los importantes retrocesos en rubros sensibles como frutas y verduras (-13,6%) y lácteos (-5,7%).
Los mayores retrocesos fueron en las carnes (-21,5%) y bebidas (-19%).
El deterioro del poder adquisitivo en dólares y en pesos, el encarecimiento y desaparición del crédito, y la incertidumbre reinante durante todo el 2018 frenaron fuertemente la demanda de bienes durables.
Esos mismos factores, sumados a los tarifazos que dejarán una menor porción de los ingresos disponible para el resto de los gastos familiares, son los que auguran una nueva caída en 2019, tanto en las ventas de bienes durables como en el consumo masivo. Además, el consumo minorista cayó -10% en 2018 según CAME.
Fuentes: BaeNegocios, INDEC, CAME.