En la tarde de ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la canasta básica alimentaria aumentó un 3,7 por ciento en enero. La publicación del informe mensual ratifica los índices negativos de la política gubernamental, el aumento de éste índice representa también que hay mayores niveles de indigencia y de pobreza,
Traducido en pesos, la canasta de alimentos alcanzó los 10.500 $. Si una familia no llega a cubrir ese monto, se la considera indigente. En tanto que la canasta total, en la cual se incluyen servicios, costó 26.500 $. Las familias que están por debajo de ese ingreso se las considera pobres.
Si se mide de manera interanual, ambas canasta sufrieron un incremento del 55,8 por ciento, superando los índices de inflación. El informe se basa en una familia de dos personas mayores adultas y dos menores, que viven en Gran Buenos Aires.
En el caso de Jujuy, el valor de las canastas es más elevado, dado que los índices de inflación son más altos, mientras que en la región de Gran Buenos Aires el aumento de los índices de precios al consumidor fué de 2,8 por ciento, en la región del Noroeste, ascendió al 3,2 por ciento, según datos del último informe técnico de INDEC.
A pesar de esas estimaciones, luego de cambiar autoridades en la Dipec, el gobierno provincial anunció un aumento del IPC del 2,8 por ciento para la provincia, valor muy poco creíble si consideramos que nunca el índice local estuvo por debajo de la media regional o nacional