El caso conmocionó a la sociedad jujeña por su gravedad y las maniobras del Ejército para encubrir el delito cometido por el sargento ayudante Jesús Ayarde, que fue condenado por abusar sexualmente a una subordinada a la pena de 13 años.
Caratulada como “abuso sexual con acceso carnal”, la causa se elevó este año a juicio, aunque el hecho se remonta a agosto de 2019, cuando el integrante de la fuerza, luego de dos meses se hostigamiento y reiterados pedidos de índole sexual, obligó a una soldada a subirse a su auto, tras ello, se dirigió a un descampado en Reyes, donde cometió el abuso sexual.
La víctima recién pudo realizar la denuncia en octubre (cuando Ayarde se reincorpora a sus actividades luego de una licencia por paternidad). Por aquel entonces, la Fiscalía libraba una orden de detención contra el integrante del GA5, pero la unidad militar se negó a entregar a Ayarde.
Recién el 17 de enero, el sargento ayudante fue entregado a la justicia.
El accionar para encubrir a Ayarde prosiguió con el tiempo, ya detenido, integrantes de la fuerza se presentaron con sus armas reglamentarias en el domicilio de la víctima. La excusa fue realizar una revisación médica: hay que recordar que tras el ataque sexual, la víctima debió pasar por una intervención quirúrgica. También tuvo un intento de suicidio, por lo que se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico.
Ya iniciado el juicio, la víctima en la primera audiencia denunció que Ayarde volvió a violarla, esta vez, dentro del establecimiento del GA5 y a punta de pistola. El hecho ocurrió, cuando la soldada prestaba servicio en su oficina.
Así, luego de escuchar los testimonios durante el proceso, el Tribunal en lo Criminal N°1 condenó a Jesús Ayarde a la pena de 13 años.
Asimismo, la Fiscalía pidió la inhabilitación perpetua del oficial para ejercer en el cargo en la fuerza.
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)
