A un año de la represión en Purmamarca, comunidades indígenas resisten a la Reforma

“¡Abajo la Reforma!, ¡Arriba las Wiphalas!”, sigue siendo el grito de las comunidades indígenas de Jujuy a un año de la brutal represión que se inició en Purmamarca, lugar donde hoy desarrollarán una asamblea provincial para mantener la resistencia ante la aprobación de la Ley Bases, el proyecto de Emergencia de la provincia y el desembarco de Mekorot en Jujuy para el desarrollo de un plan maestro hídrico.

El Tinkunamarka comenzó el domingo precisamente en el cruce de las rutas 9 y 52, donde los pueblos originarios realizaron el corte de ruta para rechazar los cambios en la Carta Magna provincial. Con la presencia de artistas, ambientalistas, la jornada buscó revivir el hito de lucha. Entre las actividades propuestas estuvo la restauración del mural que el intendente radical Humberto López ordenó borrar. Pero no quedó en ello, también hubo una charla de concientización legal, sahumada, un círculo de palabra y una charla sobre el rol fundamental que cumplieron las mujeres durante la resistencia.

Asimismo, durante este lunes, se desarrollará una asamblea provincial de comunidades indígenas y una ceremonia de sanación ajayus.

“Nuestro fuego sigue vivo como el de nuestros ancestros y se vuelve a levantar porque no hay nada que festejar, porque la reforma va a caer y no vamos a permitir que la ley bases arrase con nuestros territorios, ni la ley de emergencia de la provincia, ni el acuerdo con Mekorot, porque en unidad vamos a luchar contra los saqueadores, contra los hambreadores del pueblo y contra los que dañan y contaminan a nuestra Pachamama”, señalaron las comunidades y advirtieron que como lo vienen haciendo más de cinco siglos, seguirán resistiendo.

A pesar que pasaron más de 500 años, la lucha de los pueblos originarios sigue la misma: defender el territorio. Así, el 2023, las comunidades indígenas de Jujuy volvieron a repetir esa larga caminata desde Jujuy hasta Buenos Aires, con lo que fue el Tercer Malón de la Paz para exigir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y al Congreso Nacional que se declare la inconstitucionalidad de la Reforma y la intervención federal de la provincia. Pese al acampe que realizaron frente a ambas instituciones, no obtuvieron respuesta alguna.  

“El Tercer Malón de la Paz en Jujuy y Buenos Aires, es la expresión de una larga historia política de los pueblos indígenas o indios que resistimos a la invasión colonial y moderna de estos territorios, ocupados por empresas mineras del capitalismo transnacional con el acuerdo del Estado provincial jujeño y el Estado nacional argentino”, resumió el antropólogo Gustavo Cruz.

El litio, como mineral preciado en el cambio de la matriz energética, como un factor clave para abrir las puertas a las empresas, por lo que Morales aceleró los cambios en la Constitución jujeña. La Convención Constituyente se inició el 22 de mayo y el 20 de junio el gobernador juraba la misma. Represión y detenciones arbitrarias en las inmediaciones de la Legislatura, son casi un reflejo de lo que ocurrió el miércoles pasado en el Congreso nacional cuando se debatía en el Senado la Ley Bases.

A pesar de haber logrado instaurar una nueva Constitución, la lucha de las comunidades (que solicitaban que se respete la consulta previa, libre e informada) y del pueblo jujeño resultó un duro golpe a la imagen de Gerardo Morales y el oficialismo jujeño: el Frente Cambia Jujuy perdió las dos bancas que tenía en el Senado, que pasaron a ocupar dirigentes de La Libertad Avanza.

Asimismo, tras culminar su segundo mandato como gobernador, Gerardo Morales se alejó de la escena mediática, sólo volviéndose a exponer con el caso de los presos por tuitear.