Canjearon globos por bombos

La caravana convocada por el estado provincial “¡Si, se puede!” fue multitudinaria, con un gran movimiento de transporte público, empleados públicos, centros vecinales, organizaciones afines del gobierno, comunidades originarias, gauchos, se movilizaron a la gran marcha a días de las elecciones generales.

El presidente que aspira un nuevo mandato, Mauricio Macri, encabezó la caravana con Gerardo Morales y los candidatos a diputados nacionales Jorge Rizzotti y Natalia Sarapura, dos ministros actualmente con una administración muy complicada.

Desde las 18 se vio como llegaban los colectivos con gente del interior, de los barrios con el folklore del peronismo. A decir verdad, el Frente Juntos por el Cambio tiene su pata peronista. Pero llama la atención que ese “clientelismo” que denunció Morales en el 2015 y años antes, hoy lo replica en su gestión. Cortaron calles, tiraron bombas de estruendo, marcharon con niños, todo el escenario que ellos han renegado y denunciado en campañas anteriores.

El clientelismo pasa por el plan de contingencia Jujuy Asiste y Reactiva, 3 mil millones de pesos, montos millonarios que no tiene el fin de su creación de ayudar a sectores vulnerables, sino fue dinero destinado a bolsones, planes sociales, chapas, colchones para la campaña electoral.

Ayer no hubo globos, fueron permutados por el bombo, la bandita que alienta que con sus arengas expresan el momento. Ayer una caminata con casi todos los funcionarios y ex funcionarios del gobierno en la calle defendiendo la gestión de Morales.  El operativo de seguridad fue enorme, ellos garantizaban la paz social que pregona el mandatario jujeño.

Trabajadores, empelados obligados a asistir al acto que encabezaba Macri, que las encuestas y la opinión de la gente “rechazan una nueva gestión de Macri”. Jujuy no es la excepción, quizás Morales con todo el dinero que destinó para la campaña provincial y ahora en las generales suponga que podrá darle un buen numero electoral a su jefe político. El apriete, la amenaza, la obligación tendrá su precio, y es muy alto el costo para Morales.

Sorprendió la marcha de ayer, pero no fue legítima y así como suponen dar vuelta la elección, es difícil que en la provincia reviertan los números de las PASO.

Los canticos “somos la vida, somos la paz” expresaban varios militantes, marcando su posición política en contra el derecho al aborto y la paz que en la provincia no existe. Sí, se puede hablar de desocupación, desempleo, sin trabajo no hay paz.

Después del paseo por el centro del frente oficialista, fue el turno de escuchar a los oradores en plaza Belgrano.

Macri, después de un segundo debate junto a los demás candidatos en Buenos Aires, expresó lo mismo en la provincia en una de estas últimas caminatas. Dijo varias frases para el análisis “juntos somos capaces de resolver cualquier desafío que nos propongamos, demostramos que se puede gobernar sin necesidad de generar miedo, tan solo marcando la dirección del futuro y resolviendo problemas”.

Las expresiones vertidas por el Presidente de la Nación, no son más que una profunda muestra de hipocresía y que fue asentida por Morales. En estos casi cuatro años, el miedo, la persecución a los opositores al gobierno fue la vara para gobernar. Un estado ausente, que devastó el país en todas sus áreas, que lo endeudó afectando a cada argentino.

Otra mentira o desliz fue la frase “demostramos que se pueden hacer obras por todo el país, como la Ruta N° 9, el Aeropuerto de Jujuy, y como todas las obras que hicimos en la provincia de Jujuy junto al gobernador”. Es decir, más que obras, hicieron negocios.

“Queremos que este octubre sea histórico” dijo Macri en relación a dar vuelta los resultados, aunque realmente será histórico porque la gente en esta tercera elección dijo basta. Será histórico porque el gobierno nacional cambiará su bandera política, para una gestión diferente y que nos saque del pozo al que llevó la administración de Macri.

Así transcurrió la tarde noche con un centro convulsionado por banderas celestes y blancas, remeras de argentina, pocas banderas radicales porque en realidad es el candidato del PRO que canjeó los globos amarillos por el clientelismo, el acto popular que tanto han criticado.