“Ciego, sordo, mudo. El gobernador que no ve, no oye y no dice nada”

En inicio del segundo de mandato como gobernador de Gerardo Morales comenzó con graves problemas para el mandatario provincial, no sólo por pertenecer a un signo político distinto al gobierno nacional, sino también por las denuncias de acoso sexual que pesan por su ministro de Trabajo, Jorge Cabana Fusz.

Pese a que son varios los hechos de violencia que se señalaron que ocurren dentro de la cartera laboral, Morales decidió ratificar en su cargo a Cabana Fusz, incluso, ante la denuncia por el delito de coacción con el propósito de abuso sexual realizada la semana pasada en la Fiscalía de Género. Asimismo, el mandatario provincial prefirió el silencio ante los pedidos de apartar al ministro de sus funciones.

Ante esta situación, trabajadores del ámbito estatal manifestaron en un comunicado que “el acoso sexual en el ámbito de trabajo es una de las manifestaciones de la violencia de género de mayor crecimiento en los últimos años. Esta conducta, no sólo resulta violatoria del derecho al trabajo sino del derecho a la salud, a la seguridad, a la dignidad de la persona humana, como también al pleno goce y ejercicio de los derechos humanos y a la efectiva participación de las mujeres principalmente, en todos los ámbitos de la sociedad en condiciones de igualdad”.

Además, sostienen “el acoso sexual viola derechos sexuales básicos como el derecho a la libertad sexual (la posibilidad de los individuos de expresar su potencial sexual, libres de coerción, explotación o abuso en cualquier tiempo y situaciones de la vida) y el derecho a la autonomía sexual, integridad sexual y seguridad del cuerpo sexual, lo que incluye el control y el placer de nuestros cuerpos libres de violencia de cualquier tipo”.

Por otra parte, el documento señala que el acoso sexual “fortalece el estereotipo y desequilibrio cultural del 'hombre' productor (dominante) y de la mujer 'reproductora' (sumisa), reduciendo a la mujer a objeto sexual y negándole el derecho de actuar en espacios considerados masculinos y, al mismo tiempo, absolviendo a los hombres de una mayor responsabilidad en el ámbito de la reproducción”.

Sobre este punto, subrayaron que esta situación se profundiza aún más “cuando esta violación a la integridad humana se da en el ámbito del trabajo, representa una violación del derecho de trabajar en un ambiente digno y humano, es decir, es también violencia laboral”.

Según sostienen trabajadores del Ministerio de Trabajo de Jujuy, en ese ámbito “las empleadas se ven obligadas constantemente a elegir entre acceder a demandas sexuales o sufrir atropellos de todo tipo y no acceder a los beneficios que por ley le corresponden por su trabajo. Así también se ven llamativos ascensos de mujeres que no poseen la idoneidad suficiente para asumir un cargo de jerarquía. Este hecho cometido por el Ministro, quien tiene el poder de dar o quitar un beneficio derivado del empleo, entraña un insoportable abuso de autoridad”.

También destacaron que el “hostigamiento resulta una práctica discriminatoria por razón de sexo que atenta contra los principios constitucionales de la inviolabilidad de la libertad de trabajo, la dignidad y la vida humana, los derechos consagrados por la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, así como contra los principios y convenciones internacionales de la OIT que obligan al Estado a condenar la discriminación por razón de sexo y a establecer políticas para la eliminación de todas las formas de discriminación”.

Según lo planteado por trabajadores del Ministerio de trabajo los mismos realizan sus labores en un ambiente de trabajo tóxico, caracterizado por presencia constante malos tratos, acoso, hostigamiento y persecución por parte del Ministro Cabana Fusz y su familia.

“Esta situación se agrava aún más por la negligencia por omisión del Sr. Gobernador, el cual no dice ni hace nada a pesar de tener conocimiento de estos hechos desde principios de este año, ya que fueron varios funcionarios que pusieron en su conocimiento lo que venía pasando, a esto se suma la denuncia recibida en abril de una de las trabajadoras acosadas, y dos denuncias penales realizadas en la actualidad. Estableciéndose como responsable solidario fomentando, consintiendo y/o permitiendo con su accionar que se instalen los comportamientos abusivos denunciados”

“El Sr. Gobernador es responsable y garante de sus dependientes y de la dirección de la provincia, siendo el mismo quien debe velar intrínsecamente por la integridad psicofísica de sus empleados y pobladores, de la misma forma debe preservar la dignidad de los trabajadores garantizando condiciones dignas y equitativas de labor y contratación” indicaron.

En la misma dirección, el personal de la cartera laboral marcó las “deficiencias importantes en su rol de Gobernador de la provincia, incapacidad para resolver conflictos de manera eficaz, quedando en evidencia su incumplimiento al principio de buena fe y de prudencia que le exige su carácter responsable de los jujeños, caracterizado por su ausente intervención favoreciendo la reproducción de conflictos”.

Por último, respecto a la postura pasiva de Morales resaltaron “así queda constatado el apoyo del mismo a dicha práctica, consintiendo y permitiendo el actuar del Cabana y su familia, consagrando su impunidad. ¿Quién será la próxima? Podrías ser vos, tu mamá o tu hija. Si el gobernador no hace nada por sus trabajadores, ¿a quién se debe dar aviso y acudir ante estos abusos? Dios nos salve…” concluyeron.