Dos casos de femicidio enlutan a Jujuy, los dos hechos desgarradores sucedieron en estos días, sumando cinco casos que van en estos 67 días de 2020. Los números son crueles y es el patriarcado que mata a las mujeres. La justicia investiga estos casos que a veces no son identificados como femicidios, sino por otros rótulos como suicidio. Es necesario esclarecer cada caso para visibilizar y desnaturalizar la violencia que persigue y mata a las mujeres.
La semana pasada se conocieron los casos de Jaquelina Arjona de 20 años y Camila Peñalba de 25 son víctimas de la violencia extrema, los hechos uno en La Quiaca y otro en Huacalera, localidades de quebrada y puna de la provincia.
El registro de Femicidios tiene los casos de pamela Chosco, de Perico, Doris Pacheco, de Palpala y Mariela Zamora en Pedro. Los tres hechos sucedidos en enero.
Jaquelina fue encontrada el lunes colgada de una soga en una vivienda de La Esperanza, La Quiaca. El o los agresores fingieron un suicidio. En el informe se determinó que la soga encontrada en el lugar no coincidía con el diámetro de las marcas en el cuerpo.
Al ver la situación, los golpes en su cuerpo, se solicitó una autopsia y el informe arrojó que la víctima había sido golpeada, ella intento defenderse hasta que la mataron. Los agresores fueron identificados, detenidos y trasladados a la capital jujeña.
Otro caso, el de Camila, hallada en su casa junto a sus hijos (7 meses y 6 años), tras los llanos de los niños, vecinos acudieron a la casa y hallaron a la joven sin vida.
La autopsia para determinar los causales de muerte y las principales líneas de investigación indican que fue golpeada por su ex pareja.
Los casos de femicidio interpelan al estado, la violencia machista no ha cesado, las marcas en los cuerpos de las mujeres no deben quedar impunes, y los niños que padecen esa ausencia tienen que ser asistidos por el estado.
El consejo Provincial de la Mujer, a través de su titular Alejandra Martínez, afirma que han bajado las cifras. Los números son crueles. El estado, la justicia justifica las muertes de las mujeres por otras causas, porqué cuesta llamar las cosas por su nombre?. Son femicidios.
El juzgado de Genero que funciona en la provincia, primero en la provincia, tiene la oportunidad de traducir cada caso y colaborar con el ejecutivo para generar políticas públicas que sean efectivas.
Respecto a las políticas públicas del estado provincial no están trabajando como debiera. Falta personal, trabajan algunos días de la semana. Un área tan sensible no cuenta con presupuesto. Es decir, el estado no está a la altura de las circunstancias que atraviesan a las mujeres.
Son los colectivos feministas que dan contención a las familias víctimas de femicidio, son los que alertan a la justicia y los que requieren que el estado reaccione.
“La violencia institucional es moneda corriente”
Teresa Jordan integrante de la Colectiva Ni Una Menos Tilcara Maimara, expreso que “ estamos muy atentas al devenir de la investigación. Lo sucedido con Camila muestra que la violencia de género también es un problema que sufrimos las mujeres en la Quebrada de Humahuaca. Nos duele inmensamente cada vida que perdemos a causa de la violencia machista y patriarcal y seguiremos saliendo a las calles para exigir #NiUnaMenos. Por otra parte, nos preocupa la actitud del gobierno que pereciera estar empeñado en ocultar la realidad de lo que sucede. Insisten en que hay una baja en los números de femicidios en la provincia. Esas cifras no coinciden con los registros que desde el movimiento feminista venimos realizando. Quienes estamos en el territorio sabemos que las oficinas de Paridad de Género no funcionan como debieran por falta de recursos, que están vaciando al sistema de salud pública, que la policía y la justicia son parte del problema, que la violencia institucional es moneda corriente, que el Consejo Provincial de la Mujer no tiene políticas planificadas, integrales y con perspectiva de Género.
Investigar con perspectiva de género
Mariana Vargas, integrante de la Multisectorial de Mujeres Jujuy, comentó sobre los casos de femicidio que “más allá que sea un suicidio o un homicidio, sí hay violencia de género hay responsabilidad estatal de las dos formas. Tenemos que empezar a contabilizar esto como responsabilidad de la inercia estatal”.
“Creo que una investigación con perspectiva de género en estos casos es lo que debería primar. Sí hay antecedentes de violencia de género hay que sospechar que es un homicidio y hay responsabilidad del violento. Eso es lo primero, lo segundo es que hay suicidios que aparecen como escenas montadas por el femicida. Hay muchas conductas de los femicidas, algunos se entregan, otros huyen y otros montan la escena. Entonces la perspectiva de género nos obliga a investigar de esta forma, pero entiendo que no prima la perspectiva de género en ninguno de los poderes. Desde que empezó el año venimos diciendo que las mujeres estamos bajo una absoluta indefensión. Tenemos un sistema que en ninguno de sus poderes, especialmente el ejecutivo a través de la policía, el judicial ninguno de esos nos están dando protección o resguardo inmediato. La policía continua sin tomar denuncias, hace peregrinas a las mujeres…sigue siendo un suplicio”.
Las consecuencias de la violencia de género no solo es el homicidio, también el suicido son responsabilidad del estado y un sinfín de situaciones de vida indignas con hijos e hijas que padecen en un estado que no nos da respuesta, y se resiste a dar respuesta”
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