La represión que desplegó hoy la policía del gobernador Gerardo Morales registró escenas dignas de la peor dictadura que vivió Argentina. Hubo allanamientos en casas sin ninguna orden sembrando el terror de los moradores, por parte de verdaderos grupos de tarea que se transportaban en camionetas sin identificación, algunas de las cuales pertenecen a empresas locales, como una triste repetición de la noche del Apagón.
Entre esas camionetas algunas pertenecen a organismos oficiales pero otras a empresas privadas. Hay 6 que estarían identificadas por sus números de patente
AC17 HM : Ministerio de Producción
NWX516 : Agua de los Andes
AE841QN Toyota Compañía Financiera Arg
AF377 ZI Sidera SRL
AD 101 RG Ministerio de Seguridad
AA 982 GP Hormixa Constructora
Esta ultima empresa pertenece al empresario Zarif, Marcelo Horacio. Se trata de una hormigonera, proveedora de premoldeados y beneficiadas con contratosa de obras del estado jujeño También se conocío que camionetas de otras empresas participaron de la represión de ayer , al igual que en el nefasto episodio del Apagón cuando un 20 de junio de 1976 en Libertador General San Martín, los militares salieron a secuestrar y desaparecer personas en camionetas del Ingenio Ledesma.
De acuerdo a los dominios de camionetas sin identificación oficial en que circularon los policías reprimiendo a docentes y ciudadanos,se conoció que las empresas constructoras Paredes S.A y JUMI S.R.L. contratistas del estado también habrían colaborado en la represión de ayer contra el pueblo de Jujuy
La camoneta de Hormixa S.A.
Transportados en esas camionetas un grupo de choque de la infantería policial irrumpió en una casa por la fuerza destrozándo la puerta de entrada, sin exhibir ninguna orden de allanamiento. Luego los policias se fueron sin dar explicaciones, la dueña de casa horrorizada y furibunda salió a reclmarles ante la violencia ejercida y el daño causado.
Morales sembró la violencia
Múltiples evidencias prueban que el gobernador desarrolló ayer un plan siniestro, sembrando infiltrados que provocaron desmanes e incidentes para justificar la violencia contra la gente , buscando deslegitimar la protesta contra la reforma. Se multiplicaron videos de personas encapuchadas que fueron transportadas en camionetas conducidas por policías y otros en los que individuos también encapuchados lanzan piedras protegidos detrás de las lineas policiales; individuos que en otros momentos se mezclaban entre los manifestantes.
En otro video una vecina filma como personas de civil se reúnen con uniformados y luego violentan el portón metálico de un comercio en Barrio Gorriti, ante la pasividad policial. Es claro que habían sido instruidos para irrumpir en el negocio.
La abogada de Derechos Humanos que se encontraba en el Penal de Alto Comedero procurando la libertad de personas detenidas en la represión relato que algunos de los ingresados "se reían cuando abogadas y abogados preguntábamos su nombre y pedíamos que lo grite para poder identificar a todas las personas detenidas. Después vimos como algunas salían caminando tranquilas, eran infiltrados."
Son manifiestas las evidencias de que Gerardo Morales en el afán de victimizarse como lo hizo en redes sociales y responsabilizar por su violencia a supuestos grupos kirchneristas, de la Cámpora y de la izquierda, deslegitimando el justo reclamo contra la reforma constitucional plantó policias de civil.
Los testimonios de una cronista periodística destacada en el penal de Alto Comedero también señalaron que personas de civil que ingresaban a ese establecimiento en camionetas sin identificación vaciaban sus bolsillos repletos de piedras.
Cuando culminaba su feroz represión se conoció que aquellas camionetas sin identificar recorrían la ciudad y detenían de manera arbitraria a personas.
En su ambición de poder desesperada el gobernador está jugando con fuego, sembrando el terror entre las y los jujeños usando procedimientos de la época más oscura de nuestro país, violando los derechos humanos fundamentales.
Hasta ayer unas 60 personas permanecían detenidas en el Penal de Alto Comedero, entre ellas 5 menores. La perversidad del gobernador está llevando a Jujuy al límite de lo que los ciudadanos pueden tolerar
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