La denuncia de una trabajadora contra el ministro de Trabajo de la provincia Jorge Cabana Fusz se presentó al mediodía en la Fiscalía especializada en Violencia de Género por el delito de coacción con el propósito de abuso sexual.
La víctima detalla la situación laboral en “negro”, actualmente afectada en cumplir con su trabajo en la Dirección de Buenas Prácticas Laborales y Violencia Laboral donde hasta hace días atrás estaba a cargo de la Dra. Ana Echenique que fue separada de su cargo junto con el Secretario de Empleo Alejandro Marenco, el director de Trabajo Ariel Gutiérrez, el Secretario de Trabajo Juan Ignacio Palermo y el Director de Seguridad e Higiene Daniel Rojas por haber sido ellos quienes se “opusieron” y denunciaron los acosos sexuales y laborales a que era sometido el personal y que se oponían a las irregularidades que se cometen con los recursos del Ministerio.
La denuncia relata con mayor detalle lo que padeció y padecen las empleadas de esa dependencia.
En una parte relata que el ministro de Trabajo la deja en la calle. Frente a esa situación la Dra. Echenique y el Secretario Marenco pidieron una audiencia al Gobernador Gerardo Morales y lo pusieron al tanto de la cesantía de la víctima por no haber accedido a las tentativas de abuso sexual permanente y público, además señaló que eran cuatro empleadas sometidas por el señor Cabana Fusz. El gobernador pidió que realicen la denuncia formal. Por temor, sólo presentó una nota de una de las víctimas.
En la denuncia recalca el peregrinar por las oficinas del estado para que le den respuesta y no hubo manera, la Secretaría de paridad de Género conducida por Soledad Sapag subestimó a la víctima, y ante la situación propuso un traslado laboral que quedó en la nada.
Además, algo que sorprende, según el relato, es la falta de interés en el tema del Gobernador tras conocer la nota y por otros funcionarios de la situación. No hubo ningún camino administrativo ni protocolo que se haya activado para contener a la mujer.
Según detalla la denunciante, no era la única que era víctima de los acosos de Cabana Fusz. Incluso, explaya sobre una compañera -la cual se negó a brindar su nombre por pedido de ella- que inició una relación sentimental con un compañero, hecho que suscitó el enojo del ministro, que manifestó “a través de persecución laboral en su contra con malos tratos personales y constantes amenazas de despidos”.
Asimismo, declara que en septiembre de 2017, “de modo discrecional el Ministro Cabana Fusz ordenó un aumento de $1.300 para todos los empleados con contrato de la Superintendencia de Riesgo de Trabajo. Luego de eso se hizo presente en mi oficina y me ordenó que lo acompañara hasta su despacho para hablar conmigo sobre el aumento otorgado. Al ingresar a su oficina me dijo “¿viste lo que hice? Les aumenté a todos por vos, era la única forma que tenía de darte una mano” y luego volvió a insistirme que debía mantener relaciones con él para que “no me falte nada a mí ni a mi hija”, lo cual generó una gran molestia que no pude disimular y le respondí que me dejara de molestar porque yo no estaba interesada en nada de eso”.
Asimismo, en el relato también subraya que las insinuaciones siguieron, incluso en la fiesta del empleado público, el ministro se sentó a su lado y le indicó que “era muy celoso de todas las chicas del ministerio, porque todas eran suyas”.
En una extensa declaración, donde manifiesta todo tipo de acoso y luego maltrato, dado su negativa a acceder a los requerimientos sexuales, la víctima también explicó que debió tomarse licencia y realizar tratamiento psiquiátrico con un profesional. Incluso, también detalla el rol que cumplió la nuera del ministro, Agustina Mulqui, en lo que refiere a persecución laboral.