Andhes y el Movimiento Ailén Chambi (FALGBT), denunciaron ante el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Jujuy el brutal ataque físico y sexual sufrido por una mujer trans, Delfina Díaz, a manos de efectivos policiales. El procedimiento policial fue discriminatorio, violento e ilegal, y ocurrió el pasado lunes 15 de abril, aproximadamente a horas 00:30, en la ciudad de Libertador Gral San Martín de la provincia de Jujuy.
Las organizaciones solicitaron la inmediata investigación, apertura y sustanciación de los sumarios administrativos respectivos a los fines de establecer las responsabilidades que correspondan y las medidas necesarias para garantizar la seguridad de Delfina y poner fin a los abusos hacia ella.
Durante el proceso, Delfina sufrió violencia institucional cada vez que la policía volvió a llamarla y registrarla con el nombre inscripto en su DNI, ignorando su identidad autopercibida. Este accionar es vulneratorio de la normativa nacional vigente en identidad de género, en especial el trato digno y el respeto a la dignidad humana consagrados en el art.12 de la ley nacional N° 26.743 de Identidad de Género.
Finalmente, las organizaciones exigieron una mayor capacitación del personal policial en materia de género y diversidad, de conformidad con lo establecido por la Ley Micaela.
Todos estos hechos exponen, una vez más, la falta de implementación, elaboración y aplicación de una perspectiva de género en las políticas de seguridad pública provinciales. De forma constante siguen saliendo a la luz prácticas aberrantes, discriminatorias y de homolesbotransodio hacia el colectivo LGBTI+ por parte de agentes policiales.
Los derechos humanos deben ser concebidos por el Estado como transversales en todas las políticas públicas y por los funcionarios públicos como constitutivos y estructurantes de su práctica profesional.
La violencia correctiva es una de las formas más brutales de violencia en contra de las mujeres trans, travestis, representa una cuestión histórica y cotidiana que las atraviesa y que habitualmente es invisibilizada, colocándolas como víctimas de la discriminación y estigmatización estructural. Esta situación nos convoca a aunar fuerzas entre las distintas organizaciones a fin de repudiar, denunciar y exigir la correspondiente reparación de los Derechos Humanos vulnerados.