Diputado radical negó el golpe de Estado de Bolivia en 2019

Tanquetas y militares en desobediencia en Bolivia alertaron a la región ante el intento de golpe de Estado al gobierno de Luis Arce, situación que ayer fue repudiada en la Legislatura jujeña por todo el arco político, aunque uno de los diputados del radicalismo aportó su particular visión: consideró que lo sucedido en 2019 con Evo Morales no fue un golpe de Estado.

“Sumarme al repudio del golpe institucional a nuestra querida hermana República de Bolivia, plantar bandera en esto por nuestra formación ideológica y nuestra militancia, nos oponemos desde la UCR fuertemente estas cuestiones que pretenden alterar el orden constitucional”, comenzó esgrimiendo Diego Rotela respecto a lo sucedido este miércoles cuando fuerzas militares ingresaron por la fuerza al Palacio del Quemado, donde se encontraba el presidente Luis Arce.

No contento con señalar el repudio, a continuación, Rotela cuestionó a legisladores (no dijo quienes) y sostuvo “veo con asombro como ahora se repudia simplemente este intento de golpe de Estado, esta intentona de un general”, en relación al depuesto Juan José Zuñiga.

Fue en ese momento en que el diputado radical lanzó sin tapujos “también me acuerdo que hace poco tiempo, cuando no fue un golpe institucional, fue un alzamiento social, muchos, algunos de los que están sentado hoy, acusaban falazmente, mentirosamente y canallescamente a nuestro gobernador en ese entonces Gerardo Morales de estar atrás del golpe y decían que le queríamos sacar el litio, el petróleo, la coca, el bica, todo, éramos los malos de la película, ¿qué diferencia hay, no?”.

La defensa de Rotela a su jefe político pasó por alto varios puntos: el primero fueron las amplias refutaciones que se hicieron al informe de la OEA respecto a la manipulación de las urnas para que Evo Morales ganara las elecciones presidenciales y que terminaron por derivar en el conflicto social y político; en segundo lugar, la justicia boliviana todavía sigue investigando el contrabando de armas por parte del gobierno de Mauricio Macri.

Precisamente sobre este último punto, se abren más dudas que certezas sobre el accionar de Gerardo Morales y quien fuera su ministro de Trabajo, Normando Álvarez García: como embajador en Bolivia, el ahora ministro de Gobierno y Justicia de la provincia fue señalado en reiteradas oportunidades de ser el nexo entre el sector de las fuerzas golpistas bolivianas y el Ejecutivo argentino. Lejos de apartarlo de su gabinete en medio de las denuncias, Morales premió a Álvarez García y lo condecoró.

Estas últimas declaraciones de Rotela es otro de los hechos que se suman al historial de escándalos del radical, el caso más mencionado fue la organización de un asado para agasajar a personal sanitario en Alto Padilla, lo grave del caso es que eso se producía en abril de 2020, en plena pandemia y cuando regía el ASPO (Aislamiento Social Preventivo Obligatorio). Por ese entonces, Rotela ostentaba el cargo de secretario de Gobierno. Otra de las que participó de ese agasajo fue su  ex pareja, la legisladora nacional de la UCR, Gabriela Burgos.