Un viernes trágico, pero que pudo haberse evitado si la policía, la justicia y los organismos estatales hubiesen actuado en las reiteradas oportunidades en que mujeres denunciaron a Javier Broy por violencia de género, ahora femicida de Pamela y Ramona Gorosito, por lo que una multitudinaria marcha en Yuto pidió justicia por ambas.
La jornada del domingo, marcada por la celebración de pascuas, fue el marco en donde las calles de la localidad del ramal expusieron el malestar que hay en la sociedad por la falta de respuestas ante los casos de violencia contra las mujeres.
Marcha en Yuto
El femicida Javier Broy ya tenía en su historial varias denuncias, siempre por ejercer violencia contra sus parejas. Ello no se tradujo nunca en alguna detención, ni el inicio de causa judicial.
Incluso, ese mismo viernes fatal, Pamela, quien fuera pareja del femicida, se había acercado a la comisaría para radicar otra denuncia. Broy estuvo parado frente al domicilio de la víctima con un puñal. Cuando la policía llegó se escondió en el monte, pero nunca fueron a buscarlo.
Horas más tarde, alrededor de las 22, Javier Broy con una escopeta ultimó a Pamela, en el camino le disparó a su hermana Ramona y golpeó a Graciela, madre de ambas.
Hasta el día de hoy, Broy se encuentra prófugo, aunque se cree que escapó cruzando a Bolivia. En paralelo, la justicia imputó a policías que estaban en la comisaría 22 cuando Pamela fue a radicar la denuncia.
Sobre ello, Graciela, mamá de las víctimas espera que no se corte por el hilo más delgado, sino que los organismos actúen como debe ser.
Sin poder estar presente en la movilización, Graciela pidió que sólo se pidiera justicia por sus hijas. No hubo banderas políticas, sólo consignas como vivas nos queremos o no estamos todas, faltan Pamela y Ramona.
Mientras que hoy se espera que le den el alta a Graciela, luego del golpe que recibió del femicida, mañana le entregarán los cuerpos de sus hijas para que pueda velarlas.