El gobierno de Morales adjudica la alta tasa de mortalidad de sus embarazos a las adolescentes

Autoridades del Ministerio de Salud informaron que más del 75% de los embarazos adolescentes en Jujuy “son no planificados, no deseados”, por lo que referentes sindicales y sociales manifestaron que el gobierno no puede ser un espectador de la situación social y  llamaron a atender la problemática.

Días atrás el director provincial de Maternidad e Infancia, Antonio Buljubasich, indicó a medios locales que más del 75% de los embarazos adolescentes en Jujuy no son planificados y agregó que ello “lleva a que en gran número de casos se hagan en forma prematura y lógicamente las tasas son mucho más altas de mortalidad en los embarazos de adolescentes que en los de mujeres adultas”.

Asimismo dijo que en los últimos años las tasas han disminuido de manera constante, al detallar que en el año 2015 el 19% de las madres eran menores de 19 años y en el 2018 el 15,6%.

Luego de las declaraciones del funcionario el titular de Apuap, Víctor Aramayo, salió al cruce del funcionario al señalar que si  “tenemos determinados indicadores de salud es porque tengo una situación social que se debe atender y ellos no se hacen cargo”.

El médico y dirigente sindical consideró que el gobierno brinda números de la realidad social y sanitaria “como si estuvieran atendiendo en otro país”. “Están atendiendo en la misma provincia donde las políticas en general llevan a la gente al deterioro de su salud, entre ellos al no control de su embarazo”.

 “Son como comentaristas de la realidad –continuó-, son ellos los responsables en términos individuales y generales en tanto integran un gobierno que ha llevado a la población a un estado de vulnerabilidad total”, aseveró Aramayo.

Por otra parte consideró que las estadísticas que hay sobre embarazo adolescente y todas de salud, “son de no confiar mucho porque ellos mismos cuando se referían a los extranjeros atendidos en Jujuy daban números que no se correspondían a la realidad”.

En ese marco hizo referencia a la atención de personas migrantes, más precisamente a los ciudadanos bolivianos y asevero que  “cuando se publicaban las estadísticas de la atención y daban a entender que consumían el presupuesto de salud, era todo mentira”.

“Todas cifras falsas que no responden a la realidad, incluso no se tomaron el trabajo o tener la delicadeza de no contradecirse entre ellos mismos al publicar unos datos en la página web oficial y emitir otros en sus declaraciones”, recordó finalmente.