El gobierno de Morales dispondrá de casi 900 millones de pesos de manera discrecional

Ayer en la Legislatura el ministro de Hacienda, Carlos Sadir, presentó los números del presupuesto 2020, donde se pudo observar el marcado ajuste, además de la poca claridad de las cuentas de la provincia, y uno de los puntos que sigue en la misma línea, en cuanto a la falta de transparencia, es el Plan Jujuy Asiste y Reactiva, el cual, para el año que viene, tiene destinado casi 900 millones de pesos.

En un presupuesto total de 85 mil millones de pesos, el monto para el plan Jujuy Asiste y Reactiva, de un total de 887 millones de pesos, es una suma abultada, en comparación con lo destinado en otras áreas.

De esta manera, el gobierno de Gerardo Morales, dispondrá en 2020 de manera discrecional de un total de 887 millones de pesos, puesto que este plan de contingencia, permite la contratación directa, sin la necesidad de convocar licitaciones, maniobra que permite que las contrataciones no necesariamente sean las más convenientes para el estado provincial.

Pero, la polémica de este plan, es que desde su inicio en 2018, el poder ejecutivo no brindó respuestas sobre el destino de los fondos.

Si bien el plan se inició para asistir a los sectores más vulnerables de Jujuy, como también promover la inversión y el desarrollo de emprendimientos, entre otros puntos, los objetivos propuestos no sólo no se cumplieron, sino que además se agudizaron.

Tal es el caso de los comedores y merenderos populares, que desde hace meses vienen reclamando el retraso en la entrega de los alimentos o el depósito del dinero destinado a comprar mercadería. Lo mismo ocurre con proveedores en escuelas, que sostienen que desde el Ministerio de Desarrollo Humano, comandado por Natalia Sarapura, no pagan los alimentos que entregan en los colegios, y además, de hacer pública la situación, los amenazan con no pagar lo adeudado.

Esta situación se hizo visible cuando comenzó a plantearse a nivel nacional, la declaración de la emergencia alimentaria. Mientras las organizaciones sociales y barriales acercaban su reclamo a la Legislatura provincial, la postura del gobierno fue la de considerar que no era necesario esa ley, puesto que con Jujuy Asiste y Reactiva, se cubría todas las necesidades alimenticias en la población de bajos recursos.

Esta discrecionalidad con la que se maneja fondos fue una maniobra aprobada por el propio radicalismo. En la Casa de Piedra, el oficialismo aprobó 3 decretos originados en Casa de Gobierno. El primero, era la creación del plan de contingencia en sí mismo, donde se asignaba funciones a cada ministerio interviniente, y de esta manera, permitían que cada organismo eludiera los mecanismos de control, posibilitando las contrataciones directas, y no bajo licitación. Asimismo, se habilitó al Ministerio de Hacienda a reasignar dinero destinado a otros fines y volcarlos, si fuese necesario, al plan.

De esta manera, pese al slogan de gobierno abierto y transparente, el radicalismo hizo todo lo contrario.

Lo cierto, es que el gobierno de Morales utiliza los fondos de la provincia como si fuera dinero suyo, y hasta el día de hoy, no puede explicar ni dónde fueron destinados los fondos de Jujuy Asiste y Reactiva, ni tampoco de cuándo asciende la deuda de la provincia. Un hecho insólito, tratándose de un contador.

Fuente: Jujuy Al Momento