A fin del año pasado, días antes de la feria judicial, mujeres trabajadoras del Ministerio de Medio Ambiente provincial, solicitaron una medida cautelar de protección de persona contra Edgardo Ezequiel Morales, quien ejercía el cargo de Director de Incendios Forestales de la provincia, denunciando haber sufrido varios episodios de violencia de género, acoso sexual y violencia institucional, además de agresiones verbales y físicas por parte del funcionario.
Como toda respuesta a la denuncia, el Gobierno de la Provincia, siguiendo una metodología que implementó en otros casos similares de funcionarios implicados en casos de violencia y acoso, decidió trasladar a Morales al área de Defensa Civil, en un intento de brindarle cobertura y poner un manto de silencio sobre los hechos de agresión denunciados. Esta decisión del ejecutivo provincial de resguardar a funcionarios violentos ha sido recurrente en la gestión.
La medida solicitada aún no tuvo una resolución, y las víctimas fueron convocadas a una audiencia pero aún no hay nada resuelto por parte de la justicia provincial, donde esta semana Morales, cuyo parentesco con el gobernador no está establecido, debe presentar su descargo.
Las mujeres, trabajadoras, de manera coincidente, relataron en su presentación ante el Juzgado de Violencia de Género, situaciones en las que fueron insultadas, amedrentadas y acosadas por el responsable del área donde se desempeñaban, sufriendo además la presión de perder su trabajo en caso de resistirse o poner límites al acosador.
Según expresa el escrito judicial “en un comienzo las víctimas no podían reproducir lo que vivían con este funcionario público, ya que sentían mucha angustia y miedo ante la posibilidad de que puedan perder su trabajo, ya que Morales Edgardo Ezequiel siempre les recordó que él es el jefe, y que desde ese lugar es que él se dirige hacia las cuatro de manera impune, faltando absolutamente el respeto a estas personas, degradando en todos sus aspectos como mujeres trabajadoras”.
Las mujeres han relatado hechos gravísimos y de un constante hostigamiento verbal y maltrato, lo que le generó una gran angustia y desesperación en el organismo provincial. En los diferentes testimonios de las víctimas se registra una gran carga de violencia física, psicológica e institucional ejercida por el funcionario Morales.
Ante esta situación repudiable, la CTA Agrupación Verde y Blanca ATE Jujuy acompaña a las trabajadoras víctimas de violencia laboral, física, verbal y acoso sexual que denuncian a Ezequiel Morales quien se desempeñaba como director de Incendios Forestales dependiente del Ministerio de Ambiente de la provincia.
"El gobierno de Gerardo Morales, se ha caracterizado en su gestión, por su autoritarismo, soberbia, y la decisión de apañar a funcionarios violentos en distintos estamentos del estado provincial, como el caso del titular del Ministerio Público de la Acusación, Sergio Lello Sánchez; la promoción a Vocal del Superior Tribunal de Justicia del ex- ministro de Seguridad Ekel Meyer, y otros altos funcionarios sólo por nombrar algunos, sin mencionar funcionarios de segunda y tercera línea. La violencia laboral, al igual que la violencia de género y la violencia institucional, no se resuelven mientras existan funcionarios violentos en todos los estamentos del estado provincial. No podemos dejar de repudiar el respaldo corporativo de todos los fiscales varones del Ministerio Público de la Acusación, a Sergio Lello Sánchez, la semana pasada, ante la denuncia de violencia laboral por parte de una trabajadora judicial" expresa un comunicado de la dirigencia de ATE.
Amenazada con un arma de fuego
La demanda relata hechos durísimos padecidos por las trabajadoras, algunos de los que serán reproducidos, cambiando los nombres de las denunciantes para preservar su integridad.
Una de las mujeres relata y describe al funcionario Morales que constantemente degrada y se burla de las trabajadoras. Además de situaciones de acoso.
Hechos que han tenido consecuencias de vulnerabilidad y donde las víctimas han pasado gran temor ante el funcionario y soportaron la violencia ante la posible pérdida del trabajo.
Además del acoso laboral y sexual, Ezequiel Morales amenazó a una de las trabajadoras con un arma de fuego, ya que acostumbraba a portarlas, sin motivo relacionado con sus funciones, en el ámbito laboral.
Vale comentar que la repartición esta integrado por personal civil.
Trabajadoras relataron que en varias oportunidades Morales estuvo armado en el edificio de esa repartición, como se puede apreciar en un video en el que recorre las instalaciones con un revólver en mano. “En una de ellas un rifle aparentemente para la caza, el que luego lo volví a ver en su oficina”. Y en otra ocasión Morales gatilló al aire un revolver que poseía delante de varios trabajadores.
Pero lo más grave que relató una de las víctimas es que el Director de Incendios Forestales “me gatilló con esta arma en la cabeza en el año 2019”. “Tengo mucho temor, me angustia, no quiero estar en el mismo lugar donde se encuentre Morales, tengo mucho miedo, no solo por mi trabajo sino por mi integridad física”, señaló una de las mujeres.
Paralizada por el miedo
Susana T, una de las trabajadoras describe hechos de acoso fuera y dentro de la repartición “me siento con mucha angustia, lloro mucho, tengo no solo miedo a la persecución dentro del trabajo pero fundamentalmente por las represalias que podrían tomar conmigo, hay días que recuerdo y me angustia mucho rompo en llanto, me paraliza su presencia, tengo mucho miedo a esta persona Morales Edgardo Ezequiel.”
La violencia laboral ya es costumbre
Como señalamos al principio de la nota, aún la justicia no se ha expedido sobre la medida cautelar de protección de persona solicitada para estas trabajadoras del estado provincial que han denunciado vejaciones, maltrato, acoso laboral, verbal y sexual por parte de un funcionario violento y agresivo que no está en condiciones de tener subordinados a su cargo. Hay mujeres en riesgo, que temen por su integridad luego de las situaciones de acoso permanente vividas.
Pero la violencia institucional, física, verbal y sexual ejercido por Edgardo Ezequiel Morales no es más que el producto de una forma de ejercer el poder en distintos ámbitos de la administración pública donde no se respeta la dignidad de la mujer ni su condición de trabajadora, ni de los trabajadores en general. Donde la mayor carencia del estado provincial es la falta de perspectiva de género y empatia para erradicar la violencia de genero. La acusación de funcionarios violentos que a través del temor ejercen poder, varones que son apañados desde el poder político.
Basta con recordar lo sucedido esta semana donde todos los fiscales varones del Ministerio Público de Acusación en la sede del Colegio de Abogados justificaron la violencia laboral ejercida por su jefe el Fiscal Sergio Lello Sánchez contra una funcionaria judicial, que ha presentado denuncias pero en esta provincia claramente la justicia apaña y encubre a los violentos.
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