Las familias Trejo llevan siete noches a la intemperie tras el desalojo de una finca de La Quiaca donde vivieron 50 años y donde el gobierno jujeño piensa erigir la zona franca. Permanecen a la vera de la ruta a pesar de los -7 °C junto a sus cosas, no reciben ayuda ni protección del Estado.
A una semana del despojo, hasta el momento no se concretó la articulación con el director de infancia de La Quiaca.
Por su parte, Marcial Trejo, presidente de la comunidad indígena La Quiaca Vieja ha recibido la solidaridad de algunas personas.
“Después, en tiempo de elecciones, los partidos políticos coloniales van por las comunidades, con sus promesas mentirosas a pedirnos el voto. Solo nos usan, no le importamos”, expresan en un grupo de comunidades.
Paralelamente, en La Quiaca comunidades recuerdan el jujeñazo de junio 2023, así también la lucha del jardín Wawa Huasi y el rechazo a los desalojos. La falta de diálogo honesto entre funcionarios no es respuesta para la comunidad. Las docentes la mayoría mujeres resisten el cierre del jardín, mientras que en la capital jujeña realizan una permanencia en plaza Belgrano hace semanas.
Los conflictos sociales de La Quiaca que llevan tiempo no obtienen respuesta del intendente Dante Velázquez. La iglesia que ha sido sostén del pueblo, le ha cerrado las puertas a la comunidad.
Las instituciones del estado provincial han sido colonizadas y así funcionan leales al poder político que intenta dominar los territorios.