Unas 4500 personas participaron de la 36 Marcha del Apagón, entre las localidades de Calilegua y Libertador General San Martín en Jujuy a 43 años de la dictadura cívico militar eclesiástica, en demanda de memoria, verdad y justicia.
La marcha rememora la Noche del Apagón, una serie de cortes del suministro eléctrico de los pueblos de Libertador y Calilegua, durante los días 20 al 27 de julio de 1976, ocasionados intencionalmente por la dictadura cívico-militar junto a la empresa Ledesma para facilitar el secuestro de unas 400 personas (estudiantes, militantes políticos o sociales, sindicalistas o manifestantes) en esa localidad jujeña.
En la manifestación de esta tarde tomaron parte Organismos de Derechos Humanos, Hijos Jujuy, familiares de detenidos desaparecidos de Purmamarca, El Aguilar, también la Central de Trabajadores de la Argentina, Tupac Amaru, Corriente Clasista y Combativa, Asociación de Trabajadores Desocupados, Comunidades Originarias, sindicatos como ADEP entre otros y diversos partidos políticos. Es destacable mencionar que los ciudadanos de Libertador salieron de sus casas a presenciar y apoyar el paso de esta tradicional marcha que exige justicia para los detenidos desaparecidos y una condena para la empresa Ledesma, cómplice de esos crímenes.
Promediando la marcha se realizó un acto en el monolito recordatorio donde Taty Almeida en su alocuación trajo el saludo de Madres y Familiares de Plaza de Mayo. También participaron ex detenidos como Dora Weisz, Miguel Farias, Ernesto Samán junto a familiares de detenidos desaparecidos. Se escuchó además un mensaje de Milagro Sala en solidaridad con la manifestación y en demanda de justicia.
En la Noche del Apagón la ciudad de Libertador General San Martín y la localidad de Calilegua fueron sitiadas por la Policía de la provincia de Jujuy, la Policía Federal, el Ejército y la Gendarmería Nacional. El apagón se produjo en simultáneo, y fue total, salvo en la fábrica de la empresa Ledesma. En esa época el ingenio Ledesma era el encargado de la distribución de la electricidad en la zona.
Según se demostró judicialmente, ocultos en la oscuridad y en vehículos de la empresa, las fuerzas represivas secuestraron a 400 personas. Fueron llevados a centros clandestinos de detención, en los galpones de mantenimiento del ingenio Ledesma, donde permanecieron días y meses atados y encapuchados, para finalmente ser trasladados a la Gendarmería nacional o bien a la central de Policía de Jujuy, en San Salvador.