Con una nueva frustración futbolística del club que preside el hermano del gobernador Gerardo Morales; quedó en evidencia una nueva crisis institucional y deportiva de Gimnasia y Esgrima de Jujuy luego de quedar fuera de toda chance de pelear por un ascenso.
El “Lobo” jujeño, un nuevo espacio de poder ocupado por el clan Morales, cayó por 1 a 0 ante el discreto Deportivo Riestra como local en la tarde del domingo pasado que desató una serie de incidentes donde estuvieron involucrados jugadores e hinchas jujeños.
Pero lo insólito y repudiable de los hechos violentos fue la aparición en el terreno de juego de Diego Rotela, Secretario de Seguridad de la provincia, que increpó duramente al árbitro Lucas Comesaña mientras éste se retiraba al término del primer tiempo. Otro de los funcionarios del radicalismo presente en la cancha y que trató de serenar los caldeados ánimos fue el ex jugador y actual concejal Mario Humberto Lobo.
El partido tuvo mucha tensión desde el inicio ya que ambos equipos se disputaban el acceso al Reducido de la B Nacional que otorgará un ascenso a primera división. Con el resultado de ayer, el equipo porteño accedió a esa instancia y el elenco jujeño, por un año más, volvió a decepcionar y se quedó fuera de toda competencia.
Faltando algunos minutos para terminar, el juez Comesaña decidió suspender el encuentro por la invasión del campo de juego y la falta de garantías de seguridad para los protagonistas.
Paradójicamente quien debía brindar seguridad al encuentro era el mismo Diego Rotela, como funcionario del Ministerio de Seguridad que tiene a cargo a la policía de la provincia.
Los bochornosos incidentes fueron registrados por los medios provinciales y nacionales y las repercusiones de lo que pasó en el “23 de agosto” podrían derivar en la suspensión del estadio, dependiendo del informe arbitral y de las autoridades del comité de seguridad de AFA.
El “lobo” para atrás
El gobierno provincial que conduce Gerardo Morales, muy a su estilo, en 2022 decidió copar el club Gimnasia y Esgrima aprovechando una serie de malos resultados deportivos y frustraciones continuas que se arrastran desde 2009, el año del último descenso a la B Nacional.
En mayo del año pasado, luego de carpetear y presionar a la comisión directiva que encabezaba Sandro López, asumió como presidente el diputado de Cambia Jujuy y empresario cercano a Morales: Juan “Cacho” Brajcich.
Sin ninguna muestra de mejoras en lo deportivo, intento arreglar lo administrativo. Lo corrieron y se hizo cargo de la presidencia el mismo hermano del gobernador. Walter Morales asumió en marzo de 2023 acompañado por Lello Ivacevich (ex ministro de la Producción), Pablo Mayans (funcionario provincial), Juan Jenefes Quevedo, entre otros.
Durante el año y medio en que el radicalismo se hizo cargo del club, con Brajcich y Morales al frente, pasaron tres técnicos (Franco, Gómez y Vázquez) y ninguna expectativa deportiva se cumplió ni se vieron los resultados prometidos ni los que los socios e hinchas esperaban.
Es por eso que desde la platea “loba” en la tarde del domingo, en medio de la bronca generalizada, se escuchó por primera vez el “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”.
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