La comunidad que habita La Quiaca vieja se reunió ayer con funcionarios del gobierno provincial para discutir sobre las notificaciones de expropiación que fueron enviadas días atrás y ante el eventual desalojo se declararon en estado de alerta permanente.
La reunión, en la que estuvieron presentes la Secretaria de Pueblos Indígenas, Alejandra Liquín, junto con autoridades del JEMSE y una letrada, la comunidad logró que se frenaran el envío de dichas notificaciones.
Según explicaron los comuneros y las comuneras, se dejó la puerta abierta al diálogo, pero no permitirán al avance de ningún tipo de obra hasta que el gobierno mantenga una reunión, en la cual, exigen que esté presente el gobernador Gerardo Morales, para destrabar el conflicto.
El sábado pasado, la comunidad que habita la zona de La Quiaca vieja se vio envuelta en una situación angustiante cuando comenzaron a recibir notificaciones de expropiación de las tierras donde habitan y desarrollan su actividad económica. Ante esa situación, comenzaron a organizarse para frenar los intentos del gobierno de quitarle sus tierras.
Ante la presencia del tema en los medios de comunicación local, el titular del Ente de Administración de las Zonas Francas de Jujuy, Martín Luque, informó que los habitantes de esa zona no iban a ser desalojados, y al mismo tiempo, indicó que desde el gobierno se mantuvo varias reuniones con la comunidad en el mes de diciembre, donde se acordó los lugares donde se edificaría la zona franca. Según el funcionario, ese acuerdo fue ratificado en el mes de marzo de este año. Sin embargo, los propios comuneros y comuneras desmintieron al titular del ente de la Administración de las Zonas Francas.
Además, sostuvieron, que el gobierno no cumplió con la consulta libre, previa e informada, establecida por ley, en la que el estado debe pedir permiso a quienes habiten el territorio en cuestión para desarrollar algún tipo de actividad.
Ante el eventual avance del desarrollo de la zona franca, la comunidad sostuvo que pidió ayuda internacional.
Recordemos, que el proyecto gubernamental establece que se tomarían unas 1296 hectáreas de la zona de la vieja Quiaca, expulsando de esta manera de sus territorios a la comunidad que habita y desarrolla la actividad de pastoreo.
Fuente: Prensa Jujuy
Canal 6 de La Quiaca
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