La (in)justicia Jujeña: los delitos se juzgan de acuerdo a la conveniencia de Morales

El fallo de la Cámara de Casación Penal de la provincia en relación a la causa conocida mediáticamente como “Pibes Villeros”, fue una batería de sorpresas, ya que deja ver una gran desigualdad ante la ley respecto a las condenas, los delitos de esta causa.

Esta causa que se inició a fines del 2018 y finalizó en el primer mes del año condenó a la dirigente social, y Diputada del Parlasur Milagro Sala a 13 años de prisión, y con este fallo ratifican la condena. Mientras que la diputada provincial Mabel Balconte fue beneficiada a la reducción de la condena de 8 a 3 años y en suspenso. Es la garantía para que el 11 de diciembre cuando finalice su mandato, se retire a su domicilio particular. Es decir, las acusaciones y el grado de participación son similares, pero depende la cara van los azotes.

Así también Raúl Noro resultó absuelto de los delitos por lo que llegó a juicio, “por el beneficio de la duda”. Es increíble que en todos estos juicios, y a decir verdad, desde la gestión de Morales, el principio de inocencia, no existe. Y es muy grave lo que sucede en la provincia con la ausencia de un estado de derecho.

Una causa que tenía serias irregularidades, desde la investigación, la elevación a juicio, la conformación del tribunal, la acusación sin pruebas, los testimonios y documentos incorporados en el debate oral, dan muestras del armado del expediente.

Las juezas Alejandra Tolaba, presidenta del trámite, Claudia Cecilia Sadir y Ana Carolina Pérez Rojas rechazaron prácticamente todas las pruebas presentadas por las defensas y aceptaron las de la fiscalía y las querellas.

 Es decir, este juicio polémico “Pibes Villeros” es una causa que no es más que un armado para mantener detenida a la dirigente social Sala.

Un total de 117 testigos aprobados, 91 fueron ofrecidos por las partes acusadoras. Toda la prueba pericial y documental solicitada por la defensa de Milagro Sala fue rechazada, así como también 38 de los 51 testigos ofrecidos por los abogados de la dirigente. Esto implica un claro y directo ataque al legítimo derecho a la defensa

La Diputada Balconte, fue acusada por idénticos cargos que los de Javier Nieva y Marcia Sagardia. Estos últimos recibieron 8 y 7 años de prisión respectivamente mientras que Balconte fue notificada de la reducción de su pena a 3 años de ejecución condicional. La legisladora asumió a su cargo por el Frente Unidos y Organizados, pero luego de las presiones de Gerardo Morales, se unió a la banca de la UCR y denunció a sus propios compañeros con una declaración plagada de falsedades.

Así también a pesar de un fallo arbitrario, una imputada llevada al penal, el día de la lectura de la parte resolutiva del fallo, Pachila Cabana, logró después de 8 meses, que le otorgaran la prisión domiciliaria para poder atender a sus hijos.

Este fallo será apelado por la defensa de los imputados, pero no es más que una muestra de manejo de poder de Morales sobre la justicia. Poder que ha sido el brazo ejecutor de sus decisiones políticas, porque las económicas apostó al manejo del Poder Legislativo.

“Seguiremos luchando por la libertad de nuestras compañeras y compañeros presos políticos. Jujuy ha demostrado ser el laboratorio de ensayo de un sistema represivo que luego vimos extenderse a lo largo y ancho de nuestro país. Las prisiones injustas y arbitrarias, los tratos crueles e inhumanos y la persecución desmedida a la que someten a nuestras compañeras y compañeros responden al intento de criminalización de las organizaciones sociales” expresa en un comunicado el Comité por la Liberación de Milagro Sala.

La diputada Balconte fue una de las que testimonio contra la dirigente Sala, y era evidente su alineación con el oficialismo, así también las condenas para sus hijos que también resultaron leves. La diputada radical en estos años, no emitió palabra en el recinto parlamentario. Solo fue intachable su asistencia en cada sesión y en una u otra reunión de Comisión. Además, no prosperó el desafuero tan alimentado públicamente, pero que luego quedó como una expresión de deseo que no avanzará, y además, con la condena última, Balconte regresa a su casa.