Jardín Wawa Huasi, Biblioteca Niños Pájaros y el Frente de Organizaciones en Lucha -FOL- las une un mismo destino: el cierre de los espacios socioeducativos por la decisión de la ministra Mirian Serrano.
“Pese a todos los años de nuestra pública, constante y eficiente labor educativa en los campos de apoyo escolar, deporte y disciplinas artísticas para jóvenes y adultos, disciplinas a las que se suman promotores de salud, capacitaciones- formación en oficios, el gobierno provincial dilata la decisión de nuestra continuidad laboral en el marco de una de las peores crisis económicas que vive nuestro país”, indicaron desde el FOL sobre la situación que atraviesa el espacio educativo que tienen en Alto Comedero, donde sus educadores hace 3 meses están sin cobrar sus salarios.
Así, la organización aclaró que “habiendo iniciado todos los trámites en tiempo y forma, con la historia laboral que nos precede y habiendo expuesto a los distintos estratos administrativos nuestro sólido plan de trabajo, las dilaciones gubernamentales siguen postergando sin explicaciones el acceso a un salario que para muchos de nosotros es la única fuente de trabajo digno que tenemos”. Esta maniobra se asemeja con la utilizada con el plantel docente del jardín intercultural de La Quiaca, donde la cartera educativa cortó el pago de sueldos 2 meses antes del anuncio del cierre.
Frente a esta situación de incertidumbre, el FOL se convocó en las puertas del Ministerio de Educación -en barrio Malvinas- a partir de las 10, para concretar una jornada de visibilización y así exigir que las autoridades efectúen los trámites correspondientes para dar continuidad a los cargos de educadores comunitarios que llevan a cabo la tarea con la población vulnerable.
“La incertidumbre continuada sobre nuestros puestos de trabajo, además de las postergaciones económicas, ponen en peligro el acompañamiento de las trayectorias escolares de decenas de niños jóvenes y adultos que asisten a nuestras propuestas educativas. Alertamos al gobierno de la provincia que esta situación agravada por la crisis económica pone en riesgo el servicio educativo, sobre todo en los sectores más empobrecidos. Hay que abrir los ojos frente a tanta desigualdad, la salida no puede ser retirar de los barrios estos espacios tan necesarios para afrontar las dificultades que existen en los hogares de los más humildes”, señalaron desde el espacio.