Las “desobedientes” presentaron su libro

Finalizó la semana de la Memoria con una cantidad de actividades organizadas por organismos de derechos humanos para reflexionar, rememorar el camino de memoria, verdad y justicia.

Entre las actividades, se presentó el libro de “Historia de Desobedientes” con las participantes del colectivo de hijos, hijas, familiares de genocidas y la agrupación Hijos Jujuy, en el aula de posgrado de la Facultad de Humanidades.

En este marco es importante que a 43 años se pueda contar con un grupo de hombres, mujeres que desde el 2017 se organizaron, y hoy se puede contar con una recopilación de textos redactados antes y durante la creación del colectivo, desobedientes es porque los padres de alguna fuerza de seguridad respondían a “obedecer órdenes”.

En el panel estuvieron integrantes del colectivo de desobedientes Nancy Morales, Liliana Furió y Laura Delgadillo junto a Eva Arroyo referente de Hijos Jujuy y Lucas Perassi docente de la Unju, quien moderó la presentación.

El libro permite entender no solo su construcción, sino también los modos en que la palabra surge en quienes vivieron experiencias de silenciamiento desde su más íntima conformación personal y subjetiva, así como las estrategias que encontraron para desafiar los mandatos familiares, los tabúes sociales y las diversas formas de la impunidad. Las y los autores de este libro se confrontan con la dificultad de expresar los sutiles y perversos vínculos entre el genocidio y la familia como núcleo de silenciamiento, sumisión y violencia patriarcal. Estos escritos señalan la dimensión privada y humana de quienes perpetraron los crímenes más atroces en nuestra historia social.

Nancy Morales destacó que “una democracia se construye sobre la verdad de la historia, por eso hay que romper cercos mediáticos y contar lo que pasó para que no vuelvan a repetirse los horrores del pasado y para continuar en concreto manteniendo la defensa de nuestros derechos humanos. Creo en las nuevas generaciones argentinas, que crecieron sin dictaduras, con la polifonía discursiva, la diversidad de modelos y de géneros en medio de políticas económicas desbastadoras. Las elites tradicionales que se reproducen, se protegen entre ellos, para no perder sus privilegios. Por ejemplo, los Pro Vida, que va más allá de los valores religiosos. Quieren mantener la hegemonía económica, usando su poder en los medios de comunicación, en la educación”, en el marco de la juventud que hoy defiende la democracia.

Nancy, es jujeña y hace años vive en Alemania, es hija del excomisario Enrique Morales (fallecido), denunciado por varios delitos de lesa humanidad en hechos ocurridos en Libertador General San Martín y San Pedro de Jujuy en 1976/77. El testimonio de Nancy, en el Quinto juicio de lesa humanidad fue un gran aporte en la investigación.

Liliana, otra integrante del colectivo, emocionada resaltó que es muy importante la posibilidad para expresar su postura a nivel político y ético, que es muy diferente a sus progenitores, del genocidio que cometieron.

Se mostró muy agradecida porque ha sido un a camino largo y doloroso, acompañar a gente que viene hace más de 40 años luchando, con adversidades políticas para reivindicar memoria, verdad y justicia y hoy que nos escuchen en la universidad pública es invaluable, relató.

“Hice muchas crisis personales, repudié el golpe de estado, pero muchas veces quise creer lo que me dijeron mis padres, cuando llegó la democracia me dijeron en Mendoza fue una guerra – fue el lugar donde su padre cometió los delitos-. No había podido indagar nada, cuando el andamiaje de los juicios se pone en valor y a mi padre lo buscan en mi casa, porque fue señalado como responsable. Me estalla la cabeza y empecé a ver documentales, información. Fue un antes y un después. No podía justificarlo”, sentenció.

Con las familias fue un tema traumático en los diferentes grupos, siguen queriendo colocarlos como héroes, y es doloroso. A mi madre no la abandoné, mis hermanos en principio no querían tomar posición, mi padre cumple domiciliaria...

“Él no estaba arrepentido de nada, y me hablaba como que yo era su enemiga.  Fue muy violento, todo”.

Este libro es para generar conciencia, se presentó en el Centro Cultural “Haroldo Conti” en la ex Esma, también en Gualeguaychu las acompañó Norita Cortiñas, otras integrantes del colectivo se presentaron en otros lugares, fueron invitadas a presentar en Francia.

En cuanto a la legislación, las Desobedientes buscan que se trabaje y se modifiquen esos artículos del Código Penal, que impiden a los hijos de genocidas, declarar contra ellos. “Es importante que suceda ya que hay muchos países en donde eso no es así. Nos parece una aberración, cuando uno sabe que su padre cometió un crimen de lesa humanidad y no pueda testimoniar. Pedimos que la sociedad nos acompañe. Eso sería un acto concreto dar nuestro testimonio. No queremos crear falsas expectativas. Sería una reparación histórica, y más en este contexto político que han querido devastar a los organismos, a las madres, abuelas y vinimos a ponernos a disposición de los organismos”, concluyó.