Morales quiere pasar por encima de la CIDH y pide la cárcel común para Milagro Sala

Desde que asumió la gobernación, Gerardo Morales emprendió la cacería de integrantes de la organización barrial Tupac Amaru con especial encono sobre la figura de Milagro Sala, quien se encuentra detenida desde el 16 de enero de 2016 y que por estas horas se habla de su traslado a una cárcel común.

Es que el dirigente radical aprovechó el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que ratificó la condena de 13 años contra la lideresa por la causa Pibes Villeros, por lo quedó firme la sentencia. De forma inmediata, Morales gobernador instruyó al fiscal de Estado de la provincia Miguel Ángel Rivas para que requiera al Juzgado de Ejecución Penal su traslado inmediato a una unidad del Servicio Penitenciario.

Con este pedido, el mandatario provincial quiere pasar por encima de la resolución de la CIDH -Corte Interamericana de Derechos Humanos- que en 2017 otorgó una medida cautelar a Sala en la cual solicitaba al Estado Argentino a que adoptara “medidas alternativas a la detención preventiva, como el arresto domiciliario, o bien, que la señora Milagro Sala pueda enfrentar los procesos en libertad con medidas como la fiscalización electrónica”, todo ello, producto de las prácticas de hostigamiento, amenazas de muerte y agresiones en su contra que padecía la máxima figura de la Tupac Amaru dentro del penal de Alto Comedero y que ponían en riesgo su vida.

Sobre este punto, desde el Ejecutivo indicaron que el pedido del traslado de Sala a un penal “queda fundamentada ‘en razón de no existir objetivamente los elementos que la Corte Interamericana de Derechos Humanos tuvo en cuenta al momento de dictar la Resolución de fecha 23 de noviembre de 2017’”.

A la vista quedó que esto no es así, con la llegada de Alberto Fernández a finales de junio, para visitar a Milagro Sala, quien se encontraba internada por un cuadro de trombosis grave.

La estadía dentro de la unidad médica de la lideresa dejó al descubierto la persecución constante de las fuerzas de seguridad: policías se apostaron alrededor de la cama donde se encontraba la lideresa portando sus armas reglamentarias.

La situación también afectó a pacientes que compartían la habitación.

Ello le valió una nueva advertencia al Estado Nacional desde la CIDH, el organismo pidió que se le informara detalladamente el estado de salud de Sala.

La excusa de Morales para pedir el traslado de la dirigente de la Tupac Amaru es el respeto al “principio de igualdad ante la ley de todos los ciudadanos de la Nación Argentina”, además de señalar que ya “no nos encontramos ante medidas alternativas a una prisión preventiva, sino ante una condena firme”, tal como indica el sitio gubernamental Prensa Jujuy.

Milagro Sala no es una ciudadana más, durante su detención estuvo presente Ekel Meyer, quien fuera por aquel entonces ministro de Seguridad, ¿cuándo un funcionario de gobierno se hace presente para el arresto de una persona?, los hechos no hacen más que visibilizar la avanzada de Morales, que ya concluyendo su último mandato sigue enarbolando la figura de Milagro Sala como enemiga a la falta de logros de su gobierno.