Por Micaela Fernández
En una nueva maniobra electoral de Cambiemos, se conoció un parte de prensa, promovido por un operador del oficialismo donde ex cooperativistas “Miembros de Organizaciones Jujeñas Unidas (OJU) denuncian supuestas amenazas de simpatizantes de la dirigente social Milagro Sala. La versión indica además que el canidato del justicialismo Julio Ferreyra se encargaría de liberarla si es elegido.
El efecto buscado por el oficialismo es poner en la escena pública a la dirigente social buscando propiciar la controversia al vincularla al candidato del justicialismo Daniel Ferreyra. Todo indica que en campaña electoral a menos de 17 días, los números al oficialismo no los estarían acompañando como ellos quieren.
En estas últimas semanas la gobernabilidad de la provincia se sustentó en medidas electoralistas que son parte de un paquete de promesas. Se puede recordar la “reinauguración” de sectores de la Tupac Amaru, el sorteo de viviendas a construirse, el pase selectivo de empleados a planta permanente, el módico bono de dos mil pesos para estatales , la titularización a docentes… todos los días hay algún nuevo anuncio que luego se verá como es sustentado por un estado con cuentas en rojo. Motivados no en razones de interés general sino por la desesperación y necesidad electoral.
Ahora es evidente que el candidato emergente de estas elecciones Daniel Ferreyra estaría sumando electores en esta campaña improvisada, vacía ideológicamente, con pocas propuestas y basada sólo en imágenes.
Habría miedo de Cambiemos al sentir que Ferreyra se les acerca, provocando manotazos de anuncios electorales y ahora con la jugada de decir al electorado que Ferreyra es la salvación de Milagro Sala.
Se trata de difundir un concepto muy divergente con la realidad, ya que el candidato del justicialismo personaje que se suma a la política partidaria jujeña ciertamente no cree en el campo popular, y menos podría pelear por la libertad de la dirigente,
Lo cierto es que esta campaña corta y local dibuja un mapa complejo que se profundizo el sábado con el anuncio de la fórmula presidencial Alberto Fernández – Cristina Kirchner.
Es decir las elecciones provinciales comienzan una última etapa que será dura en la que el gobierno apuesta a jugar con todo el aparato estatal.
Algunos sectores judiciales hace tres años están en campaña, y llevan adelante causas armadas, alcanzan ya a seis los procesos judiciales, a los que fue sometida la dirigente social Milagro Sala. En ellos las sentencias están apeladas y no hay ninguna condena firme.
Ahora es muy de manual salir a buscar a la enemiga, subestimando el elector que ya no tolera la estigmatización sistemática del gobierno hacia opositores. En estos casi cuatro años, el abuso y apelación a la amenaza de la “enemiga pública número uno” jujeña es extremo, y vengativo. Un ejemplo disciplonador que implementó el oficialismo..
No hay encuestas locales, se esperan resultados aunque circulan algunas muy poco fiables. A pocos días de la campaña provincial e oficialismo tiene aún su Convención Nacional que también determinara algunas situaciones con efecto sorpresa y que repercutirán en las elecciones.