Con pintura y rodillos, ayer trabajadores municipales tuvieron que cumplir con la orden del intendente Humberto López de eliminar todo mural que hiciera referencia a la lucha contra la Reforma de la Constitución y la actividad minera, acción que comunidades indígenas repudiaron y sentenciaron “no pueden borrarnos, no podrán callarnos”.
A casi dos meses de cumplirse el primer año de vigencia de la reforma de la Constitución provincial, en la jornada del martes desde muy temprano se pudo observar como empleados comenzaron a pintar encima de las pinturas que marcaron los días y meses de lucha en el corte de ruta que se estableció en la entrada del pueblo. El lugar fue escenario de la brutal represión ocurrida el 18 de junio y donde Misael Lamas sufrió un balazo de goma en su cara y perdió uno de sus ojos. El caso del joven del pueblo de Chalala no era el único: también perdieron parte de su visión Jorge Aguirre y Joel Paredes. Las heridas en la cara dejaron expuesto que la orden del Ejecutivo, todavía a cargo de Gerardo Morales, era que efectivos apuntaran a la cabeza.
Así, aún cuando las modificaciones en la Carta Magna jujeña, las comunidades indígenas persistieron en el lugar con el reclamo “abajo la Reforma”, una de las consignas que quedaron plasmadas en el mural que realizó el artista Emilio Haro Galli, una de las obras borradas.
Frente a esto, comunidades de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc, en conjunto con Resistencia Purmamarca, El Arte Transforma, Comunidad 17 de Junio y Pueblos por el Agua y que también se plegó el Tercer Malón de la Paz salieron a responder al intendente radical y apuntaron “no pueden borrarnos”.
Somos un mural, una minka, una olla popular. Somos comunidad…
Somos los ojos fusilados que no van a volver, somos la rabia y la ternura de nuestras abuelas en un corte de ruta, somos ese Viltipoco que intentaron desaparecer.
Somos maestras, somos alumnos, somos jubiladas y somos abuelos, somos lxs que perdimos el miedo, somos el fuego encendido de un pueblo entero.
Somos los perseguidos, somos las buscadas, somos los que tenemos el cuerpo lleno de balas, somos a quienes salieron a cazar esas camionetas blancas.
Somos la trinchera de la solidaridad que nació en medio del cruce de las rutas empatía y dignidad.
Y somos eso que no pueden vencer los tiranos mercaderes. Que son patota, patrullero y coimeros devenidos en jueces. Que son Milei, Morales, Sadir y López, que son DNU, reforma y sus respectivos patrones.
Nos dispararon, persiguieron y torturaron y seguimos aquí, aunque quieran negarnos… Si no se dieron cuenta todavía: YA NO PUEDEN BORRARNOS.
El comunicado no hace que recordar la memoria del pueblo unido contra los designios de un mandatario que impuso una Constitución a medida de las grandes empresas que buscan hacerse de las tierras de las comunidades indígenas para explotar litio, de hogares de familia para desarrollar emprendimientos comerciales y que su resistencia se tradujo en una cacería, de la cual todavía son víctimas, con el armado de causas contravencionales y penales.