El gobierno jujeño sigue apostando al sueño de Gerardo Morales de tener un tren en la provincia, sueño que se ha convertido en una pesadilla para las familias que viven en las inmediaciones del trazado del tren solar turístico y que los violentos desalojos en Tilcara se suma la intimación a emprendimientos de hospedaje para demoler parte de sus instalaciones para adecuarse al nuevo trazado de la estación.
“Hace 3 años que vengo hablando con la gente del Ente y me he encontrado con soberbia y prepotencia, con una pared, imposible de acordar algo. Bueno, ya estoy un poco cansado”, manifestó Rubén Ponce, dueño de la hostería La Estación, tras ser notificado -vía trámite administrativo- por el ente autárquico del Tren de la Quebrada, que ordena cumplir la orden en 7 días, caso contrario, se le iniciará acciones judiciales.
El enojo del emprendedor no solo es por la prepotencia, sino también por la decisión de cerrar la calle que sirve como único acceso al barrio. Ponce expuso que hace dos años atrás se había mantenido una reunión con el titular del Ente, Pablo Civetta, quien les había prometido dar un espacio para tener una calle de acceso “después con el tiempo, eso nunca se plasmó en un acuerdo, incluso vinieron concejales, le pusieron nombre a la calle” que, luego con el cambio de gestión, hizo que el Concejo Deliberante volviera a tratar el tema, oportunidad en que vecinos hicieron uso de la séptima banca, donde expusieron sus problemas y ediles se comprometieron a pedir la cesión de parte de las tierras para construir la calle.
“Estamos hablando de una calle que, desde que se inauguró el tren, hace más de 100 años, se usa para entrar al barrio y a la estación. Y el acceso que quiere cerrar, lo mismo, es un acceso que tiene más de 100 años y cuando había cuatro vías en la estación de Tilcara, se entraba por ahí y se usaba la calle. Ahora hay dos vías y ellos dicen que no hay espacio para sostener esa calle y la piensan cerrar”, relató el comerciante.
Pero esta maniobra no solo afecta al desarrollo de sus emprendimientos, sino que afecta el normal desarrollo de su vida “para entrar a mi propiedad, voy a tener que pasar por arriba del techo de la casa de mi vecino, porque la línea divisoria blanca llega hasta la pared de mi vecino. O sea, yo no tengo manera de ingresar a mi casa”, graficó Raúl.
En la misma dirección, mencionó “cuando venga EJESA a tomar el medidor de mi casa no sé cómo va a ser para llegar. Hoy rompieron un caño, porque, como trabajan sin planos, no saben nada, cuando estaban peleando para poner estos palos frente a la casa de mi vecina, rompieron una cañería y tuvo que entrar EJESA, el día de mañana, si ellos cierran, no van a tener manera de entrar. O sea, quedamos aislados. Ni hablar de una emergencia”.
Notificación del Ente del Tren Solar
Por otra parte, vecinos y vecinas tampoco ven garantizada su seguridad, teniendo en cuenta que el trazado pasa a pocos metros de la planta reductora de gas, como así también la necesidad de construir un terraplén más alto para evitar inundaciones. “La traza de tren pasa a nivel por la ruta 9, en una curva y contracurva, a pocos metros de llegar a Tilcara. Una locura, que yo entiendo que todavía Vialidad no le dio el visto bueno a eso”, expuso el dueño de la hostería.
Frente a todos los problemas que viene evidenciando la construcción del tren solar, el comerciante y vecino consideró “no es sostenible en mediano y largo plazo, está mal construido, tiene muchísimos inconvenientes y lo otro, es que me parece que acá no da dinero el tren porque viaja muy poca gente”.
En esa dirección, Raúl Ponce puso en duda los beneficios de la obra que tanto promocionó el ex gobernador “la gente de Tilcara, la quebrada, inocentemente se pensó que venía un nuevo medio de transporte. Ahora vale 10 mil pesos el boleto para el poblador local, cuando acá se toman remis compartido, o sea, la realidad es que no vino a resolver un problema de transporte y comunicación para la gente. Entonces, solo es para unos pocos y el trencito va vacío, prácticamente”.
Y apuntó “no creo que les esté dando ganancia, no creo que les interese gestionarlo porque es complicado. Acá hay un problema de gestión grave y no saben gestionar, entonces lo que creo yo que lo mejor que les puede pasar es que alguien como yo u otra persona les cierre la posibilidad de funcionar, digan la máquina de impedir, los vecinos no quisieron progreso, no funciona más el tren y el gran negocio fue la construcción”.
Asimismo, señaló “es un tren que no le sirve a nadie, ni siquiera al turismo. Es un tren que sigue la traza de la ruta. Si vas por la ruta, recorres y ves prácticamente lo mismo. No digo que podría haber estado bien hecho, pero no convence, no sirve y encima atropella a todo el mundo. Está hecho sobre una traza de un tren que dejó de funcionar hace 35 años. La quebrada siguió creciendo y desarrollándose”, exponiendo que la traza terminó por incomunicar a diferentes comunidades, cerrando el acceso a escuelas y domicilios particulares. Para Ponce, el trazado que del tren solar sobre las vías del viejo ferrocarril respondió a que se quiso ahorrar plata para el proyecto “se usaron los durmientes viejos, se usaron las vías viejas”.
Así, el vecino afectado por la decisión del Ente mostró la falta de proyección de la obra “los ves todos los días ajustando cosas. Evidentemente eso está hecho pan para hoy, hambre para mañana. Es como yo decía, cuando venga la temporada de lluvia, chau tren”.
Una nueva judicialización
Al igual que lo que ocurrió con las familias desalojadas en barrio Estación -que pasó al ámbito federal-, los comerciantes de hospedajes recurrirán a la justicia para resolver la cuestión. “Vamos a iniciar causas nuevas. Después la justicia tendrá que ver si las une, si las trabaja por separado, qué es lo que hace”, detalló.
A pesar de ello, Ponce manifestó la necesidad que se presenten funcionarios nacionales para resolver la cuestión “son tierras nacionales, tienen que venir y decir hasta dónde esta gente tiene potestad para hacer lo que está haciendo. O solo es una concesión sobre la vía, o son amos y señores de la tierra, porque tampoco han mostrado planos, tampoco han mostrado autoridad, no mostraron nada”.
Por último, Raúl Ponce reflexionó “me sorprendo, no le encuentro límite, no le encuentro lógica. Yo entiendo que haya funcionarios que quieran hacer un negocio, pero no tenes que arruinar la vida a la gente, o sea, no te alcanza con hacer el negocio, tienes que dar con todo el negocio, arruinarle la vida a la gente y encima no dejar nada, porque es una porquería lo que están haciendo” y advirtió “la etapa de conversar terminó y lamentablemente vamos a tener que buscar todos los caminos posibles para ponerle límite a esto”.
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