Pacto social por la educación con los docentes afuera

En el mediodía del último viernes, el gobernador Gerardo Morales anunció la puesta en marcha del denominado Pacto Social por la Educación en el Estadio Federación de Básquet, con grandes promesas de cambiar el modelo educativo con miras hacia el futuro.

Pese a que se comprometió a generar espacios de diálogo libre y democrático, en las afueras del estadio los docentes que se acercaron fueron reprimidos por la policía cuando se acercaron al estadio. En las afueras se veía docentes, vallas y policías.

No es la única distancia entre lo que pasaba adentro y afuera del edificio. Mientras que la Ministra de Educación Isolda Calsina comenzaba a hablar sobre la educación soñada, en las escuelas de Educación Especial Pelletier del barrio Malvinas, la escuela N° 4 Dr. Teobaldo Burgos en Alto Comedero y la escuela N° 7 Hellen Keller, los docentes debían ser trasladados a centros médicos tras haber sido diagnosticados con intoxicación. Es que el día jueves se realizó una desinfección, y pese a las recomendaciones de dejar ventilar el lugar por 24 horas, los directivos, siguiendo las indicaciones de la ministra, fueron obligados a asistir a los centros educativos.

La alocución de Calsina fue breve y dió el puntapié a lo que sería el acto central: el discurso de Gerardo Morales. El gobernador fue el que estuvo a cargo de presentar las conclusiones del denominado pacto social por la educación. Con una pantalla de fondo, donde se proyectó un spot con docentes, estudiantes y hasta la misma coordinadora del pacto Vanesa Humacata, incluyendo distintas tomas de lugares de la capital jujeña, pero ninguna escuela.

Fue esa misma pantalla donde se proyectaron los datos recaudados. La puesta en escena incluía, entre la pantalla del fondo y el atril donde se encontraba Morales, dos filas de lo que serían docentes y estudiantes junto a la ministra Calsina. Las promesas no se hicieron esperar. El gobernador planteó la necesidad de contar con un plan de educación que rija de 10 a 20 años, por lo que resaltó decidió impulsar un proyecto de ley de metas educativas que será presentado en el inicio de las sesiones ordinarias de la Legislatura de este año.

Este pretencioso plan educativo llevaría consigo la realización de una importante inversión, por lo que Gerardo Morales presentó con bombos y platillos el pedido de un préstamo de 300 millones de dólares al Banco Centroamericano y el Banco de Desarrollo de América Latina, antiguamente conocida como Corporación Andina de Fomento (CAF). El anuncio fue aplaudido pese a en estos últimos días se dió a conocer un informe donde se estima que Jujuy es la provincia más endeudada del país.

El dinero del préstamo estaría destinado en un 65 % a infraestructura escolar: se proyecta la creación de 28 establecimentos educativos, de los cuales 14 serían secundarias, 7 escuelas primarias, 6 jardines y 1 jardín integral. Otro 17 por ciento estaría destinado a capacitación docente, un 15%  a conectividad y TIC´s más un 3 % en modernización de gestión.

En lo que respecta al plantel docente, el gobernador destacó que los resultados de este pacto se podían resumir en la necesidad de capacitación continua y gratuita para los docentes; conectividad; docentes comprometidos con la tarea pedagógica; prácticas cotidianas en valores; acercamiento de alumnos al conocimiento, a través de la experiencia directa; acompañamiento de la familia; cambios en la forma de enseñar; trabajo en red con instituciones; gabinete psicopedagógicos; capacitación docente en tecnología; estado edilicio; tecnología aplicada a la enseñanza; escuela inclusiva; recursos didácticos; contención a los estudiantes; orientación vocacional; jornada extendida y articulación de niveles y ciclos.

Pero nada se dijo sobre las paritarias y el ingreso de los docentes. Nada de nada.

A menos de quince de cuadras, mientras hablaban Morales y Calsina, frente a la iglesia catedral ya se había montado la carpa de la dignidad docente, donde los educadores esperan visibilizar su reclamo por un salario digno. Ya que para este año se les ofreció un aumento de sólo el 10 por ciento y sumas de escaso monto en negro, oferta que ya fue rechazada por los trabajadores.

La carpa fue visitada por la policía en repetidas ocasiones indagando por la identidad de los participantes y sus propósitos y amedrentándolos con supuestas violaciones contravencionales.

En días previos la propia ministra Calsina, intentando marcar la cancha de la negociación salarial, señaló que los docentes habían recibido un incremento del 40% en 2018. Mintió. Las estimaciones hablan que en el mejor de los caso los docentes recibieron un 27% y perdieron por lo menos 20 puntos de ingresos frente a la inflación.

Es importante recordar que según un informe de la Escuela de Educación de la Universidad Austral, a Octubre de 2018, los docentes jujeños ya tenían la mayor pérdida de ingresos contra la inflación en el país: un 22,9 %. Y de acuerdo a un reporte del CEA Centro de Estudios de la Educación Argentina del presente mes, los salarios docentes argentinos están entre los más bajos del mundo y particularmente los de Jujuy están por debajo de la media nacional.

Como señalamos antes, mientras presentaban el pacto educativo, a los docentes que quisieron acercarse, el gobierno los excluyó con tropas de infantería y perros.

Entonces en que consiste en verdad el Pacto Social por la Educación que el gobierno quiere mostrar? Uno donde los docentes no participan? Donde son reprimidos por la policía? Uno donde la propia funcionaria miente sobre los ingresos de los que están a su cargo?

Y sobre todo un pacto que no tiene en cuenta cuáles son las condiciones de vida de los docentes, como condición necesaria para que desarrollen su tarea de manera digna.

Lo cierto es que si el gobierno denigra y subestima a uno de los componentes centrales de la relación pedagógica como son los educadores, reprimiéndolos y pagándoles un salario miserable parece que en realidad poco le importa la educación.