En el día de mañana, madres y padres de niños y niñas que asisten a la Escuela N°51 “Santa Rosa de Lima, ubicada en el barrio Santa Rosa, se manifestarán frente al edificio para exigir que se terminen las obras de se iniciaron desde hace un año.
Según indicó una de las madres afectadas, desde la provincia dio inicio hace un año a dicha refacción, plazo estimado para culminar la obra, pero cumplido los tiempos “no la van a terminar”.
Frente a esto, la madre indicó que esta situación los afecta debido a que se dispuso que los estudiantes fueran repartidos en otras instituciones educativas de los barrios de Mariano Moreno y Cuyaya, afectando particularmente a las madres y padres que tienen dos o más hijos, teniendo que “correr” de un barrio a otro, para poder retirarlos de los establecimientos.
Sobre la obra en sí, la mamá subrayó que la obra está parada hace un mes, y además, no es la primera vez que sucede. Indicó, que cuando en el mes de abril se hizo presente el gobernador Gerardo Morales, en compañía de la ministra de Educación Isolda Calsina, para visitar la obra, en esa oportunidad se “llenó de obreros, pero cuando se fueron volvieron a quedar dos”.
Asimismo, expresó que tanto los padres como las madres de los estudiantes ya presentaron notas ante la directora de la escuela para que acelere las refacciones, pero que nunca obtuvieron respuestas.
También señaló que la manifestación está organizada por los mismos padres ante el trato “insensato” con el que se maneja el Ministerio de Educación, y la forma en que fueron seleccionados los otros colegios para “repartir” los grados. Sobre ello, subrayó que en algunos casos, los niños y niñas que salen a las 12 del mediodía, llegan a sus casas alrededor de las 15 horas, puesto que “no pueden subir a los colectivos”. En su momento, algunas madres ya habían presentado notas formales para que se reubique a los estudiantes más cerca del barrio, pero tampoco se les brindó una solución.
Ante el cumplimiento del plazo estimado para la finalización de la obra, la madre expresó que existen una tensión permanente con las escuelas y lo que implica tener hijos en distintos colegios en dos barrios.
Esta situación afecta al menos a unos 400 alumnos de tres divisiones de 7 grados, que fueron reubicados en 4 escuelas del barrio Mariano Moreno y Cuyaya.