“Parecemos prófugos”, el relato de jujeños varados en Buenos Aires

¡Estamos desterrados, pedimos regresar! Es el reclamos de 60 jujeños varados en Buenos Aires que no pueden regresar porque el gobierno no permite el ingreso a la provincia, bajo el argumento de controlar la propagación del COVID 19.

Son mujeres, hombres, niños que están fuera de la provincia por motivos laborales, salud o estudios, tramitan en soledad su regreso ya que no encuentran respuesta en los funcionarios para conseguir la autorización para el transporte.

“No pedimos que nos paguen nada, solo queremos regresar. Esto es muy doloroso, perdimos nuestra identidad, tenemos que andar escondiéndonos de la policía. No somos delincuentes, el trato es inhumano”, recalca Mabel Sotomayor, una de las afectadas.

Los jujeños deambulan golpeando puertas en la Casa de Jujuy en Buenos Aires que tiene sus puertas cerradas y el teléfono de contacto no atiende nadie. Relatan que se inscribieron hace un par de semanas para viajar a Jujuy, “Nos pedían que nos anotemos y que depositemos la estadía en el hotel. Dijimos que pagábamos cuando lleguemos. Después no nos llamaron más”.

Este grupo también está en contacto con jujeños en Santa Fe. “El tema es que no nos dejan entrar a Jujuy. A tres nos hicieron el test gratis, nos dio negativo en el Hospital Santa Cecilia, tenemos ese certificado; pero después no nos hacen control sanitario. Nos llamó la secretaria de una legisladora, y esperamos que pueda ayudarnos. La gente ya no cree, porque estamos abandonados”.

Además, relatan que caminan más de 30 cuadras a la Estación de Retiro, para ver si hay alguna novedad para viajar. “Andamos escondiéndonos de la policía, es inhumano. No podemos subir a un colectivo porque no tenemos permiso de circulación” relata Mabel.

En este grupo hay mamás con niños que estuvieron en tratamiento en el Hospital Garraham, son cerca de 20 niños. “Cuando se iba a levantar la cuarentena, el día antes Aerolíneas y Flybondi nos informaron que se suspendía el vuelo”.

Cada caso es particular, entre ellos, un chofer que perdió el trabajo porque no puede regresar a la provincia.

“Estoy con ropa de verano, porque no tenemos abrigo, estamos destruidos, algunos van a un comedor, otros hacemos una comida para los que alcance, estamos excluidos”.