Con un plazo hasta el 30 de noviembre, familias de Barrio Estación en Tilcara están siendo continuamente hostigados por policía de la provincia para que desalojen sus casas, situación que se deriva por la próxima inauguración del tren solar.
El martes de esta semana, el ministro de Seguridad, Guillermo Corro y su par de Desarrollo Humano, Alejandra Martínez se hicieron presentes en el lugar con el objetivo que las familias que viven sobre las vías del ferrocarril accedieran a dejar sus hogares y así continuar con la obra. Para ello, el gobierno prometió reubicarlos en otro sector del barrio, además de la entrega de módulos habitacionales. La oferta fue aceptaba por 16 familias. Sin embargo, otras 8 rechazaron ello dado que estos módulos no responden a sus necesidades: con familias compuestas por abuelas, madres, niños y niñas, la vivienda sólo cuenta con cocina/comedor y un baño, pero no tiene dormitorios.
Frente a la negativa de salir de sus casas, la justicia contravencional puso un plazo hasta el 30 de noviembre para que las 8 familias que persisten en su reclamo dejen sus hogares, caso contrario, serán desalojadas.
“Queremos primero que las personas conozcan el proceso judicial y colaboren voluntariamente con el cumplimiento a la medida de desalojo de las vías del tren. A su vez, estamos coordinado cómo será el traslado de los bienes y pertenencias sin ningún inconveniente”, señalaba ese mismo martes el ministro Corro.
Para lograr su cometido y que las familias firmen este acuerdo voluntario de reubicación, desde aquel día efectivos policiales se apostaron en las inmediaciones de las casas de las familias que se niegan a dejar sus hogares.
El enojo de las familias también se debe al trato diferencial: mientras que una artesana debió ser desalojada (“aceptó retirarse del lugar. Los efectivos ayudaron a trasladar sus pertenencias como cajas y lanas. Sin que nada se rompa, pacíficamente, como debe ser”, indicó Corro), la parrilla que pertenece a Ricardo Romero, intendente de Tilcara, cuenta con el permiso de continuar con la actividad, aún cuando se encuentra en el mismo sitio de los desalojos.