El 20 de junio de 2023 quedará grabado en la historia de la provincia: ese día Gerardo Morales juraba la Constitución reformada, afuera de la Legislatura una multitud se había concentrado para repudiar el avasallamiento de sus derechos, obteniendo como respuesta una feroz represión. A un año de la cacería desatada, hoy se realizará un acto conmemorativo.
La convocatoria es a las 11 en Plaza Belgrano frente a Casa de Gobierno.
La persecución y hostigamiento de manera indiscriminada en Jujuy ya se venía aplicando desde hacía unos días. El viernes 16 de junio, la Convención Constituyente aprobaba los cambios en la Carta Magna jujeña, la respuesta inmediata de las comunidades indígenas -que habían denunciado la falta del cumplimiento de la consulta previa, libre e informada- fue iniciar cortes de ruta en distintos puntos de la provincia. En medio de un fin de semana largo por el día de la bandera, se esperaba un gran afluente de turistas
Uno de los cortes de ruta se instaló en Purmamarca, en la ruta Nº9 antes del empalme con la 52. Durante el sábado se pudo observar una larga fila de vehículos que intentaban llegar al pueblo de la quebrada. Allí fue donde se desarrolló el primer operativo policial violento: balas de goma, policías infiltrados de civil y detenciones por doquier, fueron la postal de ese día. La imagen de un turista salteño detenido que espera afuera del auto que se habilitara el paso y la pérdida de uno de sus ojos de Misael Lamas al ser alcanzado por un proyectil de las fuerzas llegaron a los medios de comunicación de todo el país.
En ese contexto, Jujuy comenzó a estar en la agenda mediática.
Casi como una provocación, Gerardo Morales puso como fecha para la jura de la Constitución reformada el 20 de junio, día de la bandera. Día feriado, miles de manifestantes se convocaron en la Legislatura provincial y rechazar lo que ocurría a espaldas del pueblo.
Acto conmemorativo
El parlamento provincial amaneció totalmente vallado. Además, hubo un inusitado despliegue de fuerzas de seguridad. Tras jurar sobre el nuevo texto constitucional, el gobernador se retiró del lugar escoltado por seguridad privada. Desde las 11 y casi por cuatro horas, el centro capitalino se volvió un punto de cacería para cualquiera que caminara por allí.
El saldo fue unas 17 personas detenidas, más de 40 con heridas, entre ellas con perdida de uno de sus ojos -en total fueron 3 Misael Lamas, Jorge Aguirre y Joel Paredes- y el caso más grave un herido con traumatismo en el cráneo, lo que evidenció que policías apuntaban a la cabeza.
Por como se desarrollaron los hechos, las sospechas comenzaron a girar sobre la orquestación por parte de Morales sobre el operativo: el incendio de un auto frente a la Legislatura tomado desde todos los ángulos, pero sin poder identificar a los agresores -manifestantes expusieron que se trataba de policías infiltrados- mientras que transeúntes fueron “levantados” a cuadras de la Legislatura, como pequeña muestra de este armado. El operativo también incluyó camionetas sin patente que sirvieron para “levantar” a manifestantes. Asimismo, se abrieron causas por “sedición”.
La escenificación del gobernador tenía un objetivo: posicionarse como un dirigente de mano dura en medio de la carrera electoralista. Morales tenía que superar a la fórmula contrincante en la interna de Juntos por el Cambio de Patricia Bullrich y Luis Petri.
A pesar de los esfuerzos -monetarios- del dirigente radical, el pueblo guardó en su memoria todos estos ultrajes y castigó con el voto a Morales que, desde su asunción a la gobernación en 2015, no había obtenido ninguna derrota. La fuga de votos al oficialismo en la PASO fue a parar a La Libertad Avanza, relegando a un segundo lugar a la fórmula Horacio Rodríguez Larreta-Gerardo Morales, sin embargo, los resultados a nivel nacional le dieron otro cachetazo, al imponerse en la interna su contrincante Patricia Bullrich.
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