A pocos días de cumplirse 2 meses de la explosión e incendio en el Ingenio La Esperanza, que dejó como saldo la muerte de 8 operarios, mañana se realizará una radio abierta en Plaza Belgrano, en San Pedro, con el fin de exigir justicia.
Bajo el lema no fue un accidente, fue un crimen social la actividad está programada para las 19 horas y convocada por la Corriente Sindical Goyo Flores-Corriente Sindical de Razón y Revolución.
Desde ese espacio político, expresaron “el crimen de la Esperanza no fue un accidente. Al contrario, deja en evidencia la política patronal de los distintos gobiernos y el ataque capitalista que profundizó la precarización y la degradación de las condiciones laborales y del convenio colectivo de los trabajadores del azúcar. Este proceso culminó con los más de 600 despidos realizados por el gobierno de la provincia, la posterior venta del ingenio con parte de sus tierras al grupo Budeguer y la liquidación del personal por parte de estos nuevos dueños”.
Respecto al grupo tucumano Budeguer recordaron que hacia 6 meses que se habían hecho cargo del ingenio cuando sucedió la tragedia (desde el mes de junio de 2019), y “en ese tiempo, los flamantes propietarios se ocuparon de terminar de liquidar a la totalidad de los empleados de La Esperanza, recontratando a 300 en condiciones precarias, de equipar mínimamente una planta industrial totalmente obsoleta, y de emprender la peligrosa tarea de iniciar una Zafra que duraría 100 días”.
Asimismo, señalaron que en condiciones normales “un ingenio necesita de enormes desembolsos de capital y tiempo para las reparaciones entre ciclos de producción. Solo así se puede emprender normalmente las tareas sin incidentes o paradas repentinas. En La Esperanza, durante por lo menos 6 años consecutivos, esto no se cumplió: las reparaciones no se concretaban o bien se realizaban de manera precaria. Los mismos trabajadores definían al ingenio como una fábrica atada con alambres”.
En cuanto a las condiciones laborales, “los 300 obreros recontratados fueron recargados de tareas, con imposición de horas extras y de un régimen de polifuncionalidad. Sin mediar siquiera un sistema de capacitación, los trabajadores fueron enviados a sectores en los que nunca antes se habían desenvuelto. Este ataque directo al convenio colectivo en La Esperanza se suma a los años de nulo cumplimiento de las normas de seguridad e higiene y a las precarias condiciones edilicias que nunca fueron actualizadas o reformadas para garantizar el seguro desempeño de las tareas y la producción en la fábrica”.
“El gobierno garantizó el normal desenvolvimiento de la empresa sin cumplir con estas condiciones, sin elementos de protección personal, sin protocolos de acción y de evacuación, sin sistemas preventivos o de contención de incendios” señalaron.
“Por todo esto, es claro que no hubo víctimas de un accidente: los fallecidos fueron asesinados por la desidia de los dueños y el gobierno. Por eso, hablamos de “crimen social”: porque los compañeros murieron como resultado de un sistema social donde lo que impera es la ganancia capitalista por encima de las vidas obreras”.
Ante la falta de respuestas de la justicia, indicaron que “lejos de señalar a los verdaderos culpables, el crimen del ingenio La Esperanza sigue impune. El gobierno y los empresarios esquivaron sus responsabilidades La fábrica sigue parada, sin condiciones de seguridad y garantías con los trabajadores para la zafra 2020 ni para las tareas de reparación necesarias para llevarla adelante”.
Por último, aclararon que “no se la dejemos pasar. Fue un crimen social, no un accidente. Justicia por los 8 compañeros del Ingenio La Esperanza. Cárcel y castigo a los culpables: Budeguer, Morales y los funcionarios son responsables. No se la dejemos pasar. Sin condiciones de seguridad no hay inicio de zafra. Sueldo interzafra completo hasta tener todas las garantías”.
Recordemos el día miércoles 20 de noviembre, en horas de la tarde, una explosión dentro del ingenio, derivó en el incendio de uno de los edificios de la empresa. El incendio que se inició en la sección de la fábrica en donde se destila y almacena parte del alcohol producido se cobró la vida de 8 trabajadores y dejo 15 heridos, que hasta el día de hoy, esperan justicia.