Sándwiches, colectivos y empleados públicos: el clientelismo no se toca

Retransmitida por varios medios locales, casi en una especie de “cadena provincial”, la marcha #JujuyNoSeToca puso en la escena política al gobernador Gerardo Morales, gracias a la figura que declara su enemiga púbica: Milagro Sala. Es que según indica el propio mandatario, la intervención de la justicia pedido por su cuñado, el señador Guillermo Snopek, tiene como objetivo liberar a la dirigente social.

Ayer, Morales intentó dar un espectáculo de apoyo hacia su gestión, muy cuestionada por la deuda millonaria en dólares que tomó, el ajuste en las áreas de educación y salud -entre otras- que se manifiestan en reclamos cotidianos de sus trabajadores y de la ciudadanía misma, los tarifazos y las escasas explicaciones del uso de los fondos públicos.

Y hablando de las arcas públicas ¿cuánto les costó a cada uno de los jujeños y jujeñas la marcha #JujuyNoSeToca?.

Es que si bien desde el radicalismo quisieron pasar a la gente como “autoconvocadas”, lo cierto es que ayer, en redes sociales, proliferaron imágenes donde se demuestra el reparto de comida, agua y el traslado de personas para que puedan llegar a la capital jujeña.

Temprano se dio conocer una captura de pantalla de un chat de WhatsApp, donde un funcionario del Ministerio de Salud, indicaba a los trabajadores de esa dependencia que “el Ministro solicita a todos los funcionarios, independientemente de su rango, a acompañar al Sr. Gobernador, en la marcha” citando el lugar y el horario.

Más sobre la hora de la convocatoria, se pudo ver en varias calles de la capital jujeña, la llegada de colectivos que trasladaban personas para asistir a la marcha.

Por su parte, Héctor Huespe, abogado de la AFAAJ (Ambulantes, Feriantes y Afines Agremiados), realizó una transmisión a través de su cuenta de Facebook, dando cuenta de la cantidad de unidades de transportes que estaban apostados sobre la avenida Hipólito Yrigoyen. Haciéndose pasar por periodista, le consultó a personas que estaban esperando sobre la muralla del Río Xibi Xibi, si estaban allí por la movilización. En esa oportunidad, un varón, quien fuera señalado como concejal de Palma Sola, en un principio, confirmó su participación en la manifestación del oficialismo, aunque luego se desdijo, tras preguntar de qué medio era el cronista. El abogado respondió que era de C5N, por lo cual, el funcionario dijo que se trataba de un medio “cristinista” y respondió que la gente había ido a pasear para conocer San Salvador.

El testimonio de un vecino también dio cuenta de la práctica clientelar en los barrios más carenciados de San Salvador. Según su relato, se estaba pagando a gente de “clase media y baja” del barrio 150 Hectáreas de Alto Comedero con la empresa de transporte Xibi Xibi, y también del barrio La Loma con la empresa Santa Ana.

Además, agregó que también fueron llevados padres de niños que asisten a comedores.

Pero no sólo se dispuso el traslado de personas desde distintos puntos de la provincia, sino que también se repartió agua y comida. Del tradicional “chori y coca” asociado con las movilizaciones del peronismo, el oficialismo jujeño optó por una versión más “light” y barata: agua y sándwiches.

Al finalizar la puesta en escena de un espectáculo en “defensa de la paz”, las botellas de agua y los panes con fiambre comenzaron a circular entre los “autoconvocados”.

Cabe mencionar también el ploteo de varias unidades del transporte público de pasajeros, que en los últimos días figuraba la convocatoria para el día de ayer.

La pregunta que muchas personas se están haciendo es cuánto costó el operativo del gobierno de Morales para movilizar y dar de comer a la gente que asistió al “JujuyNoSeToca. Algunos medios calcularon una asistencia de 25 mil personas, entre ellos, se destacó la presencia de funcionarios y legisladores del oficialismo.

Mientras que Morales salía por las calles a pedir nuevamente por “la paz”, las redes sociales dieron cuenta que la pacificación en la provincia está lejos de concretarse. Bajo la consigna #YoNoTeViMarchar, fueron varios los posteos que indicaron la falta de justicia por el caso Matías Puca, los femicidios, el incendio del Ingenio La Esperanza, las paupérrimas condiciones en infraestructura sanitaria (acompañada con una foto del Hospital Oscar Orías); los números de pobreza, los tarifazos, el recorte a los jubilados y el repudio a violadores (con una foto de Pablo Baca). Todos los temas que Morales obvia hablar.