Es de público conocimiento los diversos reclamos que vienen realizando trabajadores de la salud, que en el marco de la pandemia y ante la imposibilidad de realizar medidas de fuerza, se han visto desbordados frente a la cantidad de tareas sin contar con la indumentaria e insumos básicos frente a una enfermedad tan contagiosa como el COVID 19.
Es que según una encuesta realizada por el ISEPCI (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana) a trabajadores de ese sector, manifestaron nuevas problemáticas en el marco de la emergencia sanitaria.
Tal es así, que consultados sobre las condiciones laborales en el contexto de la pandemia, solo el 33% de los encuestados manifestó recibir elementos de bioseguridad, registrándose un menor acceso entre los profesionales y prácticamente nulo entre los trabajadores de los rubros Limpieza/maestranza y personal de Apoyo (choferes, mecánicos, telefonistas, servicios generales, otros).
Se suma la sobrecarga de funciones que deben desempeñar durante el horario laboral. Sobre ello, el 76% manifestó que se incrementaron las actividades desempeñadas en las diferentes funciones y a la vez se registra una afectación en el seguimiento a pacientes de la salud pública. Esta muestra que las funciones o actividades que se adhieren están dirigidas exclusivamente a la atención del covid-19, situación que deja a la población que recurre a la salud pública en un estado de desatención.
En relación con ello, cabe destacar que los principales cambios se observan en los turnos y horarios de trabajo, seguido del cambio de lugar y el cambio de función.
Por otro lado, también se registró que el 33% de quienes respondieron la encuesta son personas que pertenecen a un grupo de riesgo y aun así continúa desempeñando sus funciones, pese a que esto no debería ocurrir. Tal es el testimonio de una trabajadora administrativa con 63 años a quien le negaron la licencia.
Sin embargo, este punto se entiende ya que el 78% de las personas que respondieron la encuesta afirma que sufre presiones en sus desempeños laborales desde el Ministerio de Salud, principalmente desde que se manifestó la pandemia en Jujuy.
Otro de los puntos señalados, es el alto índice de precariedad laboral. Mientras que el 54% manifestó estar en planta permanente, el otro 44.9% registra una situación de precariedad sobre la forma de contratación, entre los cuales se encuentra contratos de servicio o de locación, monotributistas, becas, remplazantes, entre otras.
Asimismo, el 67.1% de los trabajadores vieron afectados sus ingresos respecto a las condiciones laborales que se impusieron desde que comenzó en la pandemia.
El empeoramiento de las condiciones también incluye eliminación de licencias y compensatorios, designación de tareas fuera del ámbito de competencia, stress y malos tratos y violencia laboral por parte de sus superiores.
Mientras que el gobierno en cada conferencia del COE afirma que apoyan a trabajadores de la salud, lo cierto es que esto no se visibiliza en una política pública concreta, mas todo lo contrario.
Metodología
Dicha encuesta realizada por el ISEPCI fue concretada entre los días 1 y 5 de julio de manera virtual difundida principalmente por Facebook y WhatsApp.
De carácter voluntaria, se consultó sobre las condiciones laborales a trabajadores de la salud pública de Jujuy.
La misma consistía en completar un formulario al cual se accedía ingresando a un enlace.
La encuesta tuvo como objetivo conocer cómo los trabajadores de la salud pública perciben sus condiciones laborales, en el contexto actual de la crisis provocada por la pandemia del Covid- 19, detalló el ISEPCI.