La Plaza del Éxodo, una obra de escultores jujeños que integra el Museo del Cabildo, han trabajado durante dos años, logrando representar un hecho histórico de 1812. Una pieza artística con identidad emplazada en un patio. Las figuras de un pueblo que busca la independencia.
Un grupo de escultores jujeños encabezado por Ernesto Figueroa y un equipo de artistas llevaron adelante el proceso de las obras, aunque el día de la inauguración fueron invisibilizados. El viernes pasado, abrió sus puertas el Museo del Cabildo con invitados y autores de un proyecto que dejó fuera a escultores.
“La inauguración nos dejó un sabor amargo porque pensamos que íbamos a estar. No, nos invitaron, había una valla, estuvimos afuera bajo la llovizna. Nos comprometimos con el proyecto, y es una obra que nos representa como jujeños” relato Ernesto.
Un trabajo de artistas que han sabido tomar el desafío del proyecto de la empresa que tenía a cargo la restauración del Cabildo. Empezaron a trabajar en mayo del 2022 en la escultura que empezó a cobrar volumen con los meses.
Proceso de la obra
Ernesto recuerda que al no tener fecha de inauguración, o fechas que no se concretaban, el trabajo era discontinuo pero con la firme idea de lograr las figuras con un material duro. Por ello que “en un momento trabajamos varios escultores de Palpalá, de San Salvador porque necesitaban las esculturas pronto y compartimos el trabajo con varios”, señaló bajo un criterio a seguir.
Las obras son en ferro cemento, estructura de hierro, luego modelaron el cemento para las figuras logradas. “El proyecto básicamente es símil piedra inspiradas en las esculturas de los Guerreros de Terracota”, una colección de estatuas de terracota que representan las figuras de los guerreros y caballos del ejército del autoproclamado primer emperador de China.
El tallado que realizaron en las diferentes piezas fue ganando lugar en espacio y volumen. “Una característica” señala Ernesto que “son pocos detalles en el rostro; pero sí con expresividad y un gesto corporal. Nos mostraron maquetas, bocetos y por eso lado trabajamos para consensuar la estética”, comentó el artista.
El tamaño de las figuras fue traslada a escala humana y ese trabajo lograron los escultores jujeños, que también unificaron estilos. “Se puede observar la obra de cada uno. Un compañero trabaja más el metal o la madera, y ahora trabajamos el cemento. Los materiales condicionan y fue un desafío para el equipo de artistas, en conjunto avanzar en la obra. Cuando se termino el trabajo duro de las figuras, después Ricardo y yo trabajamos el detalle” relato Ernesto, ante las figuras que se fueron tallando en un galpón para acercarse al objetivo final.
Los escultores: Ernesto Figueroa, Jorge Velásquez, Eusebio Torres, Fabio Tarifa, Tomás Cruz, Sergio Villagrán, Sergio Calizaya. Ayundantes: Antonio Martínez, Guillermo Acosta, Juan Carlos Acosta, Alejandro Flores, Juan Tarifa, Adriana Fernández. Estudiantes de Artes Visuales: José Arapa, Benjamín Farfán.
Detalle en la estética de cada figura
Maduración del arte
Artistas que lograron diseñar la idea y proyectar en una escultura de un gran valor para el museo. “Nos dijeron que iba a haber una placa, luego un baner; pero no lo ví. El viernes que fui al medio dia no lo vi porque nos estuvimos en la inauguración. No me acerque el fin de semana” destaco el escultor. Las obras son únicas, no son moldes, y tienen un proceso creativo y el trabajo artísitico debe ser reconocido.
Sorprendidos ante el desaire en la inauguración, el artistas comentó que “nunca nos confirmaron la invitación, al medio día no estaban las vallas, no las imagine. Pensé que al acercarnos y decir que éramos escultores, entraríamos. Serán cuestiones de organización” deslizo ante el destrato.
Las esculturas muestran el perfil del pueblo “varias personas me preguntaron porque no estaba Belgrano y la idea fue homenajear al pueblo de a pie” acentuó Ernesto. “Somos los artistas los que pusimos el cuerpo al proyecto la figura del papel llevada a una obra con materiales para acercarnos a un simil piedra”, un trabajo duro y con mucho detalle.
Revalorizar las esculturas, “el valor, el proceso de miradas, e identidad en un obra. El proceso de maduración en el arte también se madura como maduramos en la vida y lleva tiempo” finalizo él artista valorando su trabajo, en equipo y su firme vocación .
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