Violación a punta de pistola, la nueva denuncia contra el sargento Jesús Ayarde

Pese que el juicio estaba estimado para el mes de mayo, recién ayer se concretó la primera audiencia en la cual se juzgará al sargento ayudante Jesús Ayarde por haber violado a una soldada voluntaria en 2019, audiencia en la cual se conoció otro hecho de abuso contra la mujer por parte de su superior y en la cual utilizó un arma para forzar a su víctima.

Ayarde se encuentra imputado por el delito de abuso sexual con penetración, hecho que fue denunciado a principios de 2020, aunque ocurrió en agosto del año anterior. La denunciante relató por aquel entonces el constante acoso que recibía por parte del sargento ayudante que incluía amenazas para que la víctima accediera a mantener relaciones sexuales con él.

El proceso judicial contra Ayarde es para juzgar lo ocurrido en agosto de 2019, oportunidad en que el sargento ordenó a la soldada a retirarse junto a él del GAM5.

Bajo amenaza, la joven se subió a la camioneta de su superior. Ayarde manejó hasta un descampado en proximidades del Río Reyes, sitio donde consumó la violación contra la soldada.

“En mi resistencia ejercida en la defensa, efectué fuerza física superior a lo normal que me provocó fuerte dolores (puntadas) en el interior de mi cuerpo, que implicó ser vencida por la violencia física ejercida por Ayarde, pero antes le realicé varios rasguños en distintas partes del cuerpo. Pero la fuerza física del militar fue superior y pudo someterme (…)”, detalló la víctima en la denuncia.

Sin embargo, la situación procesal de Ayarde se complica aún más con el testimonio que realizó la víctima: ayer en la audiencia indicó que el militar volvió a violarla el 30 de octubre (de 2019), esta vez dentro del predio del GAM5 y a punta de pistola.

El segundo ataque sexual ocurrió en la oficina donde la soldada prestaba servicio a dos meses de la primera violación. En ese interín, Ayarde estuvo de licencia por paternidad, aunque apenas restablecido en sus funciones, volvió con el hostigamiento hacia su subordinada.

La violencia y crueldad del hecho hizo que la víctima estará en llanto durante el relato de lo sucedido, teniendo que ser asistida por la psicóloga del Poder Judicial.