El jueves último, la comunidad indígena de Tilquiza volvió a encontrar cerrado el paso ancestral con candado en uno de los portones del puesto “El Tilo y La Mecha” perteneciente a Enrique Daniel Verzini, con quien la comunidad mantiene un conflicto territorial de años.
Los pobladores manifestaron que los días martes y jueves se encontraron con otro portón con candado, por lo que la Comunera Norma Beatriz Cussi y el Sub Comunero Germán Gaspar radicaron otra denuncia contra Verzini, pues sostienen que el cierre del paso vulnera los derechos humanos y derecho constitucional al libre tránsito, a la salud, a la educación, al desarrollo con identidad y a vivir en plenitud en el territorio de acuerdo a las propias pautas culturales como pueblo indígena.
Dicha denuncia radica en la imposibilidad de transportar mercaderías, víveres, medicamento y la libre circulación por el camino de uso ancestral, único paso a las viviendas de los integrantes de la mencionada Comunidad, poniendo en riesgo la vida de los integrantes de la comunidad al obligarlos a transitar por el margen del río Tilquiza, crecido de gran caudal por las continuas lluvias en esta época.
Como consecuencia del hecho, el viernes nuevamente se acercaron al Ministerio Público de la Acusación la comunera, el cacique del Pueblo Ocloya y la abogada para para solicitar información sobre las actuaciones al Dr. Alejandro Bosatti, quien manifestó el día miércoles que se realizó el giro del nuevo expediente solicitando el desalojo de los portones con candado que obstruyen el paso. Efectivos de la brigada de investigaciones que se presentaron en el lugar el viernes 22 de marzo pudieron constatar los portones con candado denunciados y procedieron a la apertura de paso de los mismos para garantizar la libre circulación por el camino de paso ancestral.
Es que días atrás, el 15 de marzo, el cacique del pueblo indígena Ocloya, Néstor Jeréz, ya había formulado una nueva denuncia contra Verzini en la Brigada de Investigaciones atento a que el día anterior en ocasión de retirarse del territorio comunitario por el camino ancestral junto con otros integrantes de la Comunidad Indígena Tilquiza, advirtieron que nuevamente se encontraba obstruido el paso del camino mediante candado colocado en uno de los portones del puesto “El Tilo y La Mecha”, según consta en la denuncia, y vieron a Verzini retirarse en una camioneta verde con cúpula y vidrio polarizado, saliendo por el portón que luego quedó cerrado por él mismo, con candado.
Ese mismo 15 de marzo, se solicitó constatación en el lugar a fin de acreditar la obstrucción del camino. La inspección fue realizada por personal de la Brigada de Investigación, facultados para hacer cumplir la medida procesal ordenada y garantizar la libre circulación. Los efectivos labraron un acta dando cuenta que el portón principal del puesto “El Tilo y La Mecha” se encontraba cerrado con candado obstruyendo el paso por el camino de uso ancestral.
Ante el incumplimiento por parte de Verzini de las disposiciones judiciales que ordenan el desalojo del camino, se solicitó a la Fiscalía Penal interviniente, que se le impute el delito de desobediencia judicial y se arbitren de inmediato las medidas necesarias a fin de dar efectivo cumplimiento a la manda judicial garantizándo la libre circulación por el camino ancestral.
Ya fueron reiteradas las ocasiones que los miembros de la Comunidad denunciaron a Verzini por desobediencia judicial al incumplir la medida cautelar de no innovar dictada por la cámara civil y comercial, que le impide realizar cualquier tipo de modificación en el territorio comunitario.
Fuente: Observatorio Regional de Derechos Humanos y Pueblos Indígenas
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