Votar a favor de la reforma constitucional impulsada por Gerardo Morales tuvo y tiene sus costos: en las elecciones PASO, el oficialismo perdió alrededor de 20 puntos porcentuales en el caudal de votos, quedando por primera vez en segundo lugar desde que el dirigente radical asumió la gobernación en 2015; sin embargo, el haber apoyado dichos cambios en la Carta Magna provincial tuvo sus frutos para algunos convencionales constituyentes, tal el es caso de Federico Medrano, quien recientemente obtuvo un cargo dentro del Ministerio de Educación.
El ex sindicalista del CEDEMS volvió a la escena cuando conformó la lista de convencionales del Frente Cambia Jujuy. Con casi un 50% de los votos, el contundente resultado a favor del oficialismo le permitió obtener 13 bancas en la Convención Constituyente de las 48 en juego.
La lista de convencionales fue encabezada por el propio Gerardo Morales, violando la Constitución jujeña de 1986, la cual en uno de sus artículos establecía la prohibición que funcionarios puedan conformar parte del órgano destinado a modificar la Carta Magna.
La Legislatura intentó darle un marco de legalidad aprobando una ley que permitía al gobernador dejar sus funciones como tal, para ser convencional y volver a ocupar su cargo en el Ejecutivo cuando así lo requiriera.
En el último lugar de la lista de convencionales electos por el Frente Cambia Jujuy era el de Federico Medrano, docente jubilado.
Lo que siguió después dentro del recinto fue una puesta en escena de un debate que en realidad nunca existió. Tal es así, que la reforma parcial de la Constitución apenas ocupó unos 20 días de los 3 meses que se había establecido como plazo. Morales juraba la nueva Carta Magna el 20 de junio, en medio de una brutal represión.
En paralelo, gremios docentes mantenían desde el 5 de junio un paro por tiempo indeterminado. El reclamo, que había comenzado por cuestiones salariales, se transformó en un grito desesperado ante el avance de los derechos de la ciudadanía en su conjunto. La consigna “arriba los salarios, abajo la reforma”, se transformó en el reclamo generalizado de ciudadanía.
La puja salarial se extendió hasta fines de agosto, cuando el CEDEMS -y luego ADEP- aceptaron bajo protesta la oferta del gobierno, que utilizó la amenaza de seguir aplicando descuentos por los días de paro.
Pero esa no fue la única maniobra para desgastar la lucha docente: mientras sindicatos se reunían en asambleas para analizar la propuesta del Ejecutivo, el ministro de Hacienda y gobernador electo, Carlos Sadir se reunía con ex dirigentes gremiales para tratar el asunto de Auxiliares Docentes Suplentes -ADH-, tema que la comisión directiva del CEDEMS había puesto en discusión por las condiciones de precariedad laboral, pero que las autoridades nunca atendieron.
Entre esos ex dirigentes, estaba Federico Medrano, quien había sido expulsado recientemente del CEDEMS por haber apoyado la reforma (in)constitucional, yendo en contra de los derechos del conjunto de trabajadores.
Así, en las últimas horas, se conoció que Medrano pasó a ocupar el cargo de secretario de Gestión Educativa, en remplazo de Alicia Zamora. La oficialización se hizo con el anuncio que se otorgará puntaje a docentes que asistan en la FNE.
Los cuestionamientos por parte de la docencia no se hicieron esperar, no sólo por la postura de apoyar una nueva Constitución que perjudica a la docencia, sino que además Medrano ya está jubilado, por lo que no podría ocupar un cargo en el Estado.
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